Tribunales

Perdonan la cárcel a un pedófilo tras ser condenado por segunda vez en un año

Abusó de un niño cuando esperaba la sentencia condenatoria por otro caso, y ahora le han sustituido la cárcel por un curso

Sede de la Audiencia Provincial de Teruel

R. P.

Tiene 46 años, se llama Diego y es pedófilo reincidente . En un año ha sido condenado en dos ocasiones por abusos sexuales a niños. La primera vez le impusieron cuatro meses de prisión, y ahora ha sido condenado a dos años. Pero no va a pisar la cárcel porque el mismo tribunal que le acaba de condenar, la Audiencia Provincial de Teruel, entiende que procede suspender su ingreso en prisión y sustituirle la pena de cárcel por un «programa educativo y formativo sobre el comportamiento sexual» .

Esta segunda condena ha sido pactada. Reconoció la culpabilidad y aceptó una sentencia de conformidad que, en el mismo momento de ser dictada, llevó consigo su suspensión para evitarle el ingreso en prisión. Eso sí, con la condición de que no vuelva a delinquir en los próximos cinco años y de que se someta a ese «programa educativo y formativo».

Esta sentencia que se acaba de dictar contra él responde a unos hechos ocurridos hace ahora un año: el 9 de junio de 2017 abusó sexualmente de un niño, cuando estaba a la espera de otra sentencia por haber abusado previamente de otro niño.

El segundo episodio, por el que de nuevo ha sido condenado ahora, lo cometió aprovechando que había viajado con unos escolares. Él era el conductor del autobús contratado para esa excursión de fin de curso que llevó a un grupo de niños de sexto de Primaria hasta un pueblo de Teruel.

Según relata la sentencia, a las 8.00 de la mañana del 9 d ejunio de 2017, el acusado entró a la habitación donde dormían tres de los niños, todos ellos de 12 años. Lo hizo, según indica el fallo, «con el único fin de satisfacer sus deseos libidinosos». Se dirigió a uno de los menores y le realizó tocamientos en sus genitales bajo las sábanas. El niño se despertó asustado y el pedófilo salió de la habitación mientras le preguntaba «si le había gustado», según hace constar la misma sentencia.

Por esos hechos ha sido condenado también a indemnizar al niño con 29.500 euros, y se le impone una orden de alejamiento que le prohíbe acercarse o comunicarse con ese muchacho durante los próximos ocho años.

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