Un jubilado, rescatado en helicóptero por terco: se empeñó en cruzar de noche un glaciar del Pirineo

La Guardia Civil ha tenido que rescatar en helicóptero a un jubilado colombiano que se encontraba de turismo en el Pirineo aragonés , que ignoró las persistentes indicaciones de su guía, se empeñó en cruzar él solo un glaciar, acabó pasando la noche a la intemperie y herido tras sufrir una caída. Su terquedad, además de poner en peligro su propia vida, ha obligado a desplegar un costoso rescate por parte de unidades especializadas de la Guardia Civil.

Aficionado a la montaña, este colombiano de 68 años que reside en Uruguay se decidió a hacer una ruta de ascenso hasta el Pico Aneto (Huesca). Para ello recurrió a una empresa especializada de guías de alta montaña. Se le asignó un día y con él emprendió el ascenso el miércoles.

Habían echado a andar al amanecer, pero la lentitud con la que avanzaba el cliente hizo que la ruta se eternizara. El guía tenía claro que, si no se daban la vuelta, se les iba a hacer de noche, con la peligrosidad que eso conlleva. Por eso, instó a su cliente a darse la vuelta y volver al punto de partida. Pero el jubilado se negó. Tantas veces como el guía le insistió en volver, tantas se negó. Persistentemente terco , el jubilado se empeñó en seguir el ascenso y cruzar el glaciar el Aneto.

Ante la cabezonería de su cliente, el guía se dio por vencido y se dio la vuelta sin el jubilado, que siguió a lo suyo. Al regresar, el guía avisó al grupo de montaña de la Guardia Civil con base en Benasque (Huesca), porque temía que a su cliente pudiera ocurrirle algo. Su temor se vio confirmado horas después cuando, en la mañana de este jueves, la Guardia Civil comprobó que el jubilado no había vuelto a su hotel y que tampoco había recalado en ninguno de lso refugios de alta montaña que estaban en su zona de ruta.

Ante este panorama, la Guardia Civil activó el dispositivo de búsqueda y rescate con su unidad aérea de montaña. Un helicóptero empezó a sobrevolar la zona y, al final, avistó al jubilado, que descendía con dificultad por un terreno muy escarpado.

El helicóptero se aproximó a él y los guardias civiles lograron convencerle para que se olvidara de seguir a pie, que abandonara la cabezonería que ya le había hecho pasar una noche a la intemperie y que se subiera a la aeronave, con la que fue evacuado. El jubilado tuvo que ser atendido por un médico en Benasque (Huesca), porque presentaba abrasiones y laceraciones en sus manos, por una caída que había sufrido en la montaña cuando siguió adelante sin su guía.

A raíz de estos hechos, la Guardia Civil ha insistido en que cuando se realizan actividades en alta montaña «es importante saber los reisgos que se asumen sin tener la preparación o el material adeucado». Subrayan que se debe acudir a un guía profesional y a seguir sus indicaciones.