Sucesos

Los detenidos por emparedar a su madre en Teruel siguieron cobrando su pensión

Se les acusa de asesinato y fraude a la Seguridad Social. Convivieron con el cadáver en casa durante más de un año

La casa de Pozondón (Teruel) en la que se produjo el macabro hallazgo Efe

R. P.

Los dos hermanos de Pozondón (Teruel) que han sido detenidos acusados de asesinar a su madre de 89 años, y de emparedar el cadáver en su propia casa tendrán que responder también por un presunto delito de fraude a la Seguridad Social , ya que siguieron cobrando la pensión de su progenitora. Haciendo creer que estaba viva y que era ella la que percibía esa paga, los acusados han estado disfrutando de esa prestación de su madre hasta ahora mismo, que han sido detenidos.

La autopsia debe determinar ahora, con la máxima precisión posible, cómo y cuándo murió la anciana. Los primeros indicios apuntan a que pudo perecer por asfixia. Según ha trascendido, se apreciaron signos compatibles con una muerte violenta. Respecto al momento de la muerte, se da por seguro que fue hace muchos meses. Algunas fuentes apuntan a que se especula con que los acusados convivieron un par de años con el cadáver emparedado de su madre, hasta que este miércoles fue descubierto por la Guardia Civil.

Lo ocultaron aprovechando un armario empotrado que tapiaron tras introducir el cuerpo . Estos dos hijos, hombre y mujer de 55 y 60 años, están solteros y vivían con su madre en su modesta casa familiar de Pozondón, localidad de apenas medio centenar de vecinos empadronados que pertenece a la comarca de la Sierra de Albarracín.

Las sospechas empezaron a cundir hace varios meses. Los vecinos se extrañaban del tiempo que llevaban sin ver ni saber nada de la anciana. Los servicios sociales de la localidad preguntaron insistentemente por ella, pero apreciaron que los hijos no daban respuestas coherentes, recurrían a evasivas y se zafaban cuando les pedían ver a su madre.

Los servicios sociales advirtieron a las autoridades y, este miércoles, la Guardia Civil entró en la casa y acabó encontrando los restos de la anciana, Ángela Yunta Arroyo. El cadáver fue trasladado a Teruel para practicarle la autopsia. Los dos hijos que convivían con ella, Pedro e Isabel Blasco Yunta, quedaron detenidos de inmediato y también fueron llevados a la capital turolense, donde ingresaron en los calabozos de la Comandancia provincial de la Guardia Civil, para estar a disposición del juzgado que lleva el caso.

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