Homenaje institucional en toda España
Homenaje institucional en toda España - EFE

Los yihadistas arguyen que la casa de huéspedes de Kabul era un nido de espías

Sitúan a España entre sus objetivos como «país invasor», pero reiteran que no lo era la Embajada en Afganistán

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los talibanes insistieron ayer en que el salvaje atentado terrorista de Kabul del pasado viernes, en el que dos policías nacionales murieron asesinados, tenía como objetivo la casa de huéspedes anexa a la Embajada de España, pero no ésta. «España es uno de los países invasores y sus soldados están luchando en nuestro país, por lo que están entre los objetivos. Pero particularmente este ataque no estaba planeado ni fue perpetrado contra la Embajada española o sus diplomáticos», aseguró a Efe el portavoz talibán Zabihullah Mujahid, quien justificó la acción en que el edificio era utilizado «por americanos y británicos» para intercambiar información de inteligencia. «Si ahora los españoles están conectando la casa de huéspedes con su embajada es cosa suya», remachó.

Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ABC, sin embargo, consideran poco realista pensar que los asesinos no supieran que atacaban intereses españoles. «El coche cargado de explosivos conducido por el terrorista suicida –recuerdan– fue empotrado de lleno contra el muro que protege nuestra legación para abrir un boquete por el que luego entraron otros tres yihadistas; cosa distinta es que no fuera el único objetivo».

Investigación incipiente

De momento, las dudas son más que las certezas. La investigación está en manos de la Policía afgana con el apoyo de agentes norteamericanos y está en su primera fase. Hay que identificar a los terroristas para conocer a qué grupo pertenecen; luego, tomar declaración a todos los que tuvieron participación en los hechos, para poder hacer una reconstrucción fiel y, finalmente, esperar a los resultados de la autopsia de las víctimas para conocer las causas exactas de las muertes.

Lo que sí se puede asegurar es que el protocolo de seguridad funcionó bien, que los policías a cargo de la seguridad de la Embajada respondieron con eficacia y que sin duda «su trabajo salvó vidas». A los pocos minutos del ataque ya habían logrado llevar hasta los tres búnkeres de seguridad de la legación, en zonas distintas, a todos los diplomáticos y trabajadores, en los que fueron rescatados por tropas norteamericanas y agentes afganos más de doce horas después.

Fuera de eso, solo hay especulación. Por ejemplo, no se sabe si los policías murieron tiroteados o por efectos de las bombas. Isidro Gabino y otro compañero habrían ido en busca del subinspector Jorge García. Al dejar el lugar seguro, pudieron ser sorprendidos bien por una ráfaga de disparos, por una granada de mano, o por ambas cosas. El agente ileso pudo refugiarse y el rescate de Gabino fue muy complicado porque la zona en la que estaba era tiroteada desde una azotea. Cuando se llegó hasta él estaba vivo y hablaba. A primera vista no había herida de bala, pero era noche cerrada. Su estado se debilitó en el traslado al hospital, que hizo un compañero que acababa de llegar del aeropuerto de dejar a una diplomática. Jorge García, por su parte, estaba en su habitación, tumbado y con el arma en la mano. De nuevo se desconoce la causa de la muerte, tiros o metralla; solo se sabe que había perdido mucha sangre.

Anoche llegó a Kabul un avión con los diez agentes que harán el relevo a sus compañeros, acompañados por el director general de la Policía, Ignacio Cosidó. También viajó con ellos personal de Exteriores para evaluar el estado de la embajada: de los tres edificios uno está destruido, otro tiene serios daños y el tercero está bien.

Ver los comentarios