«Villarejo justificaba hasta el ticket del parking»

El comisario Felipe Lacasa, que dispensaba los fondos reservados en la Policía, declara en el Congreso que asumió la legalidad de la operación Kitchen

El comisario Felipe Lacasa, en el Congreso ABC

Isabel Vega

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El comisario Felipe Lacasa, que ejerció como secretario general de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía Nacional bajo mando de Eugenio Pino y con la misión de manejar la caja de la que salían en efectivo los fondos reservados para las distintas unidades, ha asegurado este jueves en el Congreso que José Manuel Villarejo era «excesivamente puntilloso» al justificar en qué lo gastaba.

«Villarejo estaba metido en varios asuntos por encargo del DAO. Venía, despachaba con el DAO cada mes o cada dos meses, le exponía los logros o no que hubiera conseguido y después pasaba a mi despacho con los recibos y reclamaba el resarcimiento de los gastos que hubiera hecho», ha señalado, para destacar.

Según ha explicado, si bien todos los que pasaban por su despacho para los mismos cobros tenían autorización de Eugenio Pino, «no todo el mundo justificaba en qué se había gastado el dinero, pero Villarejo, sí». «Justificaba hasta el ticket del aparcamiento de su coche al lado de la Secretaría de Estado . Él traía todos los papeles, facturas de comida, billetes de avión, desplazamientos…», ha detallado.

Lacasa ha comparecido en la comisión del Congreso que investiga la operación Kitchen como ya hizo en la Audiencia Nacional, donde se instruye este asunto, en calidad de testigo. Durante su comparecencia se ha ceñido a lo ya explicado en el juzgado, que el funcionamiento de los fondos reservados en la DAO era rudimentario y consistía en un «libro antiguo» donde a mano, iba anotando las cantidades que salían de la caja y la justificación que se le daba a cambio en forma de recibís.

«Las operaciones que mandaba Pino se cocían en el despacho de Pino. Una vez se habían hecho, Pino, como responsable de esa operación, entraba en mi despacho y me decía 'dale tanto y tanto y lo que te justifique'. Yo no sabía para qué era ni tampoco preguntaba. Es un charco en el que no me correspondía meterme. Son fondos reservados. Yo no sabía ni quería saber», ha explicado.

Entre esas cuantías estaban los 2.000 euros al mes que estuvo cobrando de los fondos reservados el principal confidente de la trama para sustraer documentación al extesorero del PP Luis Bárcenas, Sergio Ríos, que era su chófer, y al que Villarejo bautizó como «cocinero». «La primera vez que yo vi el nombre de cocinero fue en un recibí de Enrique García Castaño» , ha dicho en referencia al que fuera jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo y que estaba involucrado igualmente en aquel despliegue policial.

Sin embargo, aplicó un cambio técnico cuyo detalle no recuerda en la forma de expedir los recibís y el mote no volvió a pasar delante de sus ojos. Sí los 2.000 euros al mes para «un tal Sergio Ríos» que con el tiempo y la difusión en prensa de la operación, acabó relacionando con el «cocinero». «El que realmente era el director de todo esto era el DAO que sería el que tendría conocimiento de quién era 'el cocinero'», ha dicho de nuevo en referencia a Eugenio Pino, quien «lo conocía y lo autorizaba todo».

«Cuando la Policía entra en terreno político, patina»

No obstante, ha puntualizado que « para Sergio Ríos el que lo cobraba era el señor (Andrés) Gomez Gordo, que era por así decirlo, el que había captado a ese confidente y se hacía cargo de los pagos, aunque creo que el señor Villarejo al principio también lo hacía». Gómez Gordo, imputado en la Audiencia Nacional por este asunto, es conocido como «Cospedín» porque en tiempos, trabajó para María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha. En aquella época era inspector Jefe y ahora es comisario y está en activo.

En todo caso, Lacasa nunca sospechó de ningún tipo de operación política. « Si el tesorero de ese partido resulta que además de tesorero se lo estuviera llevando crudo de ese partido y la investigación fuera precisamente, por denuncias de ese partido para saber si ese señor se lo estaba llevando o no, entonces estaríamos en un caso policial, no de corrupción política», ha señalado .

«Yo era lo que pensaba, ojo. Yo no pensaba que aquí podía haber ningún tipo de trama política sino que era un asunto policial. Cuando la policía se mete en el terreno político casi siempre le patina el embrague . Con la Iglesia hemos topado. En este caso no sé qué paso pero yo, honradamente, creía que los tiros iban por ahí, que Bárcenas se lo estaba llevando crudo y que era totalmente justificado el uso de estos fondos», ha añadido.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación