Un teniente general retirado tacha de «bochornosos y esperpénticos» los comentarios de militares en un chat
Ricardo Álvarez-Espejo, que fue Inspector General del Ejército entre 2013 y 2017, les recuerda «el compromiso de servicio con la sociedad» que adquierieron al jurar o prometer la Constitución
Ricardo Álvarez-Espejo , teniente general retirado —hasta 2017 fue jefe de la Inspección General del Ejército y máximo cargo militar en Cataluña— ha hecho llegar a los medios una carta en la que califica de «bochornosos y esperpénticos» los comentarios de otros militares retirados en un chat de WhatsApp en el que se llegó a hablar de fusilar a 26 millones de españoles. La polémica ha llegado hasta la Fiscalía: la ministra de Defensa, Margarita Robles , le ha solicitado que recabe más datos por si pudiera haberse producido algún delito. El fin último, según Robles, es «salvaguardar la honorabilidad y la pública estimación de las Fuerzas Armadas».
En la carta, el teniente general Álvarez-Espejo asegura que quiere hacer llegar su «opinión» sobre este «asunto de relevancia» protagonizado «por un grupo de militares en situación de retiro que ha empañado la buena imagen de nuestras Fuerzas Armadas». Para él, la carta dirigida al Rey «contiene y expresa una terminología y consideraciones inaceptables para cualquier miembro» del Ejército . «Comentarios como el del "fusilamiento" me parecen del todo bochornosos y esperpénticos», insiste.
Álvarez-Espejo defiende que cualquier militar retirado, aunque ya no dependa del Ministerio de Defensa ni esté sujeto a la disciplina castrense, «no debe nunca olvidar el compromiso de servicio con la sociedad que adquirió en su día a través de su juramento o promesa de fidelidad a la Constitución, en la que se consagran el Estado de Derecho y los valores democráticos». Por ello, le parece «una falta de ética y deslealtad» utilizar a la institución, «invocando su condición de pertenencia a una determinada promoción, para suscribir de forma colectiva manifiestos panfletarios que desvirtúan el buen nombre y la realidad de las Fuerzas Armadas al servicio de España y sus principios constitucionales».
El teniente general defiende que los militares retirados puedan expresar individualmente sus pensamientos e ideas «sin más límite que el respeto a la ley», pero añade: «La falta de sintonía con muchos de los valores que hoy puedan regir en la gobernanza de España no puede ser razón, en ningún caso, para cuestionar nuestros valores o involucrar y manchar la figura del máximo exponente de los mismos que encarna la figura de Su Majestad el Rey».
Por todo ello, y a su «pesar», Álvarez-Espejo defiende que los militares retirados que se han visto salpicados por la polémica «no representan, para nada ni para nadie, la realidad y sentir de las Fuerzas Armadas, pero tampoco la de su personal retirado que mayoritariamente se identifica plenamente con los valores y principios constitucionales». «Viva España, viva el Rey, viva la Constitución», concluye.
Críticas del Jemad
La de Álvarez-Espejo se suma a las voces críticas contra los comentarios vertidos en ese chat. Este mismo viernes, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el general del Ejército del Aire Miguel Ángel Villarroya , ha asegurado que estos militares retirados no pueden arrogarse un derecho de representatividad que no poseen, «dañan la imagen de las Fuerzas Armadas y solo confunden a la opinión pública».
El «buen hacer» de las Fuerzas Armadas, «avalado por un acendrado espíritu de servicio y por innumerables operaciones militares en territorio nacional y en todo el mundo, ha llevado a que sea consistentemente una de las instituciones mejor valoradas por nuestra sociedad», ha recordado Villarroya.
ABC ha podido consultar a fuentes cercanas al chat , que han querido restarle importancia a la polémica asegurando que «era una cosa informal, entre amigos» y que «nadie pensó nunca en un golpe de Estado».
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