Puigdemont bloquea a los secesionistas en el Parlament y agrava la crisis con ERC

La debilidad independentista les impide «reprobar» al Rey

Torra y Aragonès respaldaron ayer a Mas, que hoy declara ante el Tribunal de Cuentas por el 9-N/ División en el bloque independentista EFE/ Vídeo: ATLAS

Daniel Tercero

El independentismo perdió ayer, por primera vez, la mayoría absoluta en el Parlamento de Cataluña durante las votaciones de las propuestas de resolución del debate de Política General. El gobierno catalán inicia, a partir de este miércoles, una travesía de inestabilidad total al contar solo con 61 escaños y quedarse a siete de la mayoría absoluta. Ahora, los cuatro votos de la CUP no son suficientes para aprobar iniciativas parlamentarias. Y cualquier propuesta o ley que se presente por parte del ejecutivo de Quim Torra necesitará del visto bueno de Cs, el PSC o CatComú-Podem.

Como consecuencia de la nueva aritmética, ayer, el Parlamento catalán rechazó «reprobar la actuación del Rey Felipe VI» durante el mes de octubre de 2017 y la «abolición» de la monarquía . Fue una propuesta presentada por Junts per Catalunya (JpC), que la CUP transaccionó, y ERC apoyó. Resultado: rechazada al empatar en votos con la suma de Cs, el PSC, los comunes y el PP. Otra iniciativa que fracasó fue la presentada por la CUP en relación a la «autodeterminación y la República». En esta se afirmaba que Cataluña tiene un «derecho inalienable» a la autodeterminación y se mostraba «solidaridad» con los diputados que en la anterior legislatura habían «facilitado» que este derecho se llevase a cabo. Resultado: propuesta rechazada al empatar en votos entre los independentistas y los que no lo son.

Ruptura en la Mesa

Tras el informe de los Servicios Jurídicos del Parlamento catalán en el que se advertía de la ilegalidad de la fórmula elegida por JpC para que sus cuatro diputados afectados por el auto del juez Pablo Llarena pudieran votar, Roger Torrent (ERC) llevó a la Mesa parlamentaria, celebrada solo unas horas antes del pleno, una propuesta para que se revocase la fórmula de JpC y se instase a este grupo a ajustarse a la resolución aprobada en el pleno y pactada por JpC y ERC.

El pacto de JpC y ERC se rompió en la Mesa. Los dos representantes de ERC votaron con el del PSC aceptar la propuesta de Torrent, mientras que los dos diputados de JpC se opusieron. Cs, con dos representantes, se abstuvo. Fue entonces cuando JpC dio a conocer un texto -escrito por Josep Rull de su puño y letra, según fuentes de JpC- suscrito por Carles Puigdemont, Jordi Sànchez, Jordi Turull y Rull en el que estos asumían las consecuencias de no aceptar la suspensión, decretada por el juez, ni la sustitución, tal y como les pide ERC. La primera consecuencia: la suma de JpC y ERC pasaba de 65 a 61 escaños (desde hace meses Toni Comín no puede ejercer su voto). Teniendo en cuenta que la mayoría absoluta está en la barrera de los 68, ni con los cuatro de la CUP el independentismo suma. Y, en caso de empate a 65, las iniciativas presentadas no prosperan.

Así, el pleno -aplazado el jueves pasado por las discrepancias entre JpC y ERC- se retomó a las 15.00 horas. Tras la defensa de las propuestas de resolución de cada grupo, llegó el turno de las votaciones y fue, entonces, cuando se evidenció que el gobierno catalán no tiene los votos suficientes para mantener la estabilidad. De las 22 propuestas presentadas conjuntamente por JpC y ERC, estos perdieron cinco y de estas, cuatro fueron como consecuencia de los votos de JpC que se negaron a sustituir. Además, la oposición tumbó otra resolución transaccionada entre JpC y la CUP.

Por otro lado, del casi centenar de resoluciones presentadas y votadas, la oposición aprobó 27: siete de Cs, ocho del PSC, ocho de los comunes y cuatro más transaccionadas por los socialistas o los comunes. Una cifra poco habitual en estos debates y que evidencia la debilidad parlamentaria del gobierno de la Generalitat.

«Legítimamente aprobada»

Durante las votaciones, Maria Sirvent (CUP) pidió la palabra. El pleno acababa de rechazar la propuesta sobre la autodeterminación. «Esta propuesta -dijo- está legítimamente aprobada». Los diputados de JpC y ERC aplaudieron . Esta fue la única y supuesta victoria del independentismo ayer. Una victoria que sería «moral», en palabras de un diputado de JpC al acabar el pleno, que insistió en que, para ellos, las votaciones perdidas se daban por ganadas. Algo más realista se mostró Sergi Sabrià (ERC). Aunque el dirigente de ERC considera que el ejecutivo catalán no está en peligro, sí admitió que «61 diputados no es la solución óptima» para gobernar.

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