Pugna israelí por armar al futuro vehículo de combate del Ejército español

Se juegan un contrato de unos 350 millones iniciales para dotar al 8x8 de tores de 30 milímetros

E. VILLAREJO

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Las dos principales compañías de defensa terrestre israelíes, Elbit Systems y Rafael, han desembarcado con fuerza en la primera edición de la Feria Internacional de Defensa y Seguridad (Feindef) que se celebra esta semana en Madrid.

¿El motivo? El jugoso contrato para armar al futuro vehículo blindado de combate 8x8 «Dragón» del Ejército de Tierra, cuyo programa contempla una fase inicial de construcción de 348 vehículos (2.100 millones de euros) de los cuales alrededor de 190 unidades, según fuentes del sector, irán armados con una torre no tripulada de cañón de 30 mm. (valoradas en 350 millones en total). En esa segunda parte es donde Elbit Systems y Rafael se la juegan.

Unas cifras que aumentarían en el futuro ya que el programa del vehículo 8x8 del Ejército de Tierra , cuya construcción lidera Santa Bárbara Sistemas-General Dynamics European Land Siystems, espera alcanzar los 1.000 vehículos en posteriores fases. Se trata del principal programa industrial de defensa del Ejército de Tierra hasta el 2030.

Esta competición israelí por la torre de 30 mm. ha generado sinergias y alianzas con empresas españolas, ya que a la hora de adjudicar el contrato de la torre de 30 mm. «hay una regla no escrita», como reconoce el vicepresidente de Rafael, el general de brigada retirado Michael Lurie, por la cual «debe haber un retorno tecnológico y de empleo en el país que licita el contrato».

Para esta «españolización» Rafael se presenta a través de su empresa filial española, Pap Tecnos, que no tiene planta de producción. Además ha establecido conversaciones para que otra empresa española, Tecnobit, pueda entrar en el proyecto (ésta sí tiene planta de producción), según nos informan. La torre de control remoto de 30 mm. que presenta Rafael al concurso se llama Samson.

Rafael, empresa estatal de Israel que nació como «laboratorio» tecnológico militar, tuvo ayer un día fuerte en la feria Feindef con la presencia de sus altos ejecutivos que mantuvieron encuentros con miembros del Ejército de Tierra y del propio Ministerio de Defensa .

«Si ganamos el contrato, Tecnobit será un socio productor también para futuras exportaciones», explica a ABC el vicepresidente de la empresa israelí.

A apenas 50 metros del mostrador de Rafael, en el de Navantia (empresa cien por cien estatal española), tenía lugar ayer una presentación clave para esta pugna: la alianza de la empresa israelí Elbit con Navantia y la también española Expal que presentaron su torre no tripulada de 30 mm. llamada «Tizona», como la espada del Cid Campeador.

Al acto asistió la presidenta de Navantia , Susana de Sarriá, quien subrayó «el carácter nacional de nuestra propuesta, que además de generar una importante carga de trabajo en Cádiz, es una apuesta segura para el Ministerio, en cuanto a reducción de riesgos en producción y ciclo de vida».

El objetivo es que Navantia «diversifique» negocio, más allá de la construcción naval, y se adentre en el subsector de la integración de sistemas en plataformas terrestres.

¿Y la firma del contrato?

Aunque el Gobierno dio luz verde al proyecto del vehículo 8x8 «Dragón» en diciembre de 2018, aún no se ha firmado el contrato, que liderará como empresa principal Santa Bárbara Sistemas-GDELS. No obstante, y por aquí vienen las preocupaciones del Ejército de Tierra y el Ministerio de Defensa , aún no se han podido probar los cinco demostradores: «Hay retraso. Es una realidad. Todavía no hemos podido integrar las torres para que el Ejército las pueda probar», reconoció ayer una fuente del sector en la feria Feindef.

Algunas voces del sector, inclinadas por hacer «la Europa de la Defensa», no entienden como una empresa cien por cien pública como Navantia dé entrada a tecnología militar israelí en un concurso español. Tampoco que el Ministerio de Defensa se decante finalmente por Rafael o Elbit, empresas que por otra parte tienen unos productos ya probados y contrastados en operaciones militares.

Por otra parte, la empresa belga CMI se ha instalado en España bajo la denominación John Cockerill España, con la esperanza de poder optar al contrato. No obstante, no fue preseleccionada. Tampoco ha sido incluida la alianza hispano-italiana que forman las españolas Indra y Escribano Mechanical&Engineering con la italiana Leonardo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación