Presidentes de las diputaciones provinciales, con Bauzá, Barreiro y Arenas en el Senado
Presidentes de las diputaciones provinciales, con Bauzá, Barreiro y Arenas en el Senado - ÓSCAR DEL POZO

PSOE vota con Podemos y ERC para rechazar las diputaciones

Compromís ha aprovechado para llamar a Rita Barberá «cabeza de la corrupción en Valencia»

MADRID Actualizado: Guardar
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El PP se ha quedado solo este martes, en el primer pleno del Senado, votando su propia moción en apoyo de las diputaciones provinciales. En el texto, defendido por el senador José Pablo Sánchez Sánchez-Seco, no ha coincidido ningún otro grupo; lo más que consiguió fue la abstención de PNV y DiL. El PSOE ha hecho, como ha señalado el popular Sánchez, «un papelón» votando «no» -junto con Podemos y ERC- a unos organismos que muchos de sus dirigentes territoriales defienden, y sobre los que se han manifestado a favor y por unanimidad todos los partidos en la Federación Española de Municipios.

La clave del debate que este martes se ha abierto sobre las diputaciones probablemente estaba en el hecho de que PSOE y Ciudadanos hayan incluido en su acuerdo de investidura un punto con la supresión de estos organismos, y su sustitución por un consejo de alcaldes.

El PP ha actuado de ariete contra el PSOE en este tema, sabedor del malestar que provoca entre sus dirigentes y militantes el rechazo a las diputaciones.

De ahí que el senador Sánchez Sánchez-Seco pusiera el acento precisamente en el «papelón» de la senadora socialista María Luisa Carcedo, a quien le tocó defender el «no», «una situación a la que su líder les ha llevado pensando nada más que en él». Sus argumentos han sido las desafortunadas políticas municipalistas que, según su criterio, ha llevado a cabo el PP en la legislatura recién terminada, y que se incluyeran en la moción popular otras medidas de apoyo al medio rural que el PSOE rechazó.

«Pacto de la vergüenza»

El senador popular Sánchez Sánchez-Seco ha hecho una defensa cerrada de las diputaciones, muy importantes ha dicho, para «los más de 5.000 municipios que tienen menos de 1.000 habitantes». Ha asegurado, de hecho, que «su supresión abocaría a la desaparición de muchos pequeños ayuntamientos». Y recordó el apoyo unánime de la Federación Española de Municipios -presidida por socialistas- a estos organismos.

El popular se refirió al pacto PSOE-C’s en este ámbito como «el pacto de la vergüenza», y pidió «dejarnos de inventos con aquello que funciona».

La socialista Carcedo pidió «hablar de lo que hay que hablar, de que los servicios tienen que llegar en igualdad de condiciones a toda la ciudadanía». Entre los comentarios jocosos de los populares, defendió su «no» a la propuesta. Pero quien más a fondo se empleó fue Carles Mulet, de Compromís, que sacó a colación, al hablar de las diputaciones, a cargos valencianos imputados como Ripoll, Rus o, incluso, se dirigió a la senadora Rita Barberá, que le observaba desde su escaño, y a la que llamó «cabeza de esta trama corrupta». Su voto fue en contra de «estos nidos de corrupción en que se han convertido las diputaciones».

También fue contrario el portavoz de Podemos, Ramón Espinar, pero por otras razones: «Hay que salir del enroque y hablar de otras cosas», como la mejor manera de dar servicios a los municipios. Pero rechazó que «se convierta a las diputaciones en un fetiche o en parte del partido de ping-pong que tienen PP contra PSOE, y ahora también contra Ciudadanos». Desde este último partido, el senador Luis Crisol pidió suprimirlas para «reducir gasto no productivo» y prometió que no se despediría a nadie porque los actuales trabajadores de estos organismos pasarían a otras entidades públicas.

«Asistencia de gol»

Desde DiL, el senador Jordi Souto apeló también a la intencionalidad política de los populares con esta moción: «El PP no desaprovecha esta impagable asistencia de gol y nos trae esta moción con la única intención de sacar los colores al PSOE». Por su parte, Victoriano Gallasategui (PNV), se abstuvo porque el texto no hablaba de las diputaciones forales vascas. Por ERC, Joaquim Ayats rechazó las diputaciones y acusó al PP de centralismo, Y desde Coalición Canaria prefirieron la abstención, aunque se lamentaron del olvido de los cabildos.

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