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Susana Díaz, Mario Jiménez y Juan Cornejo, ayer por la tarde en el Parlamento de Andalucía - Efe

El PSOE intenta evitar el choque de Susana Díaz y Pedro Sánchez en primarias

Los barones creen que ganaría la presidenta andaluza pero a costa de romper el partido

Madrid Actualizado: Guardar
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Los planes de los barones que contribuyeron a la caída de Pedro Sánchez en el Comité Federal del PSOE del uno de octubre no acaban de cumplirse.

Casi dos meses después, el enfrentamiento entre estos y los todavía fieles al ex secretario general, barones o militantes, no se «enfria» y a la gestora no hacen más que aparecerle vías de agua. Si la semana pasada fue la gestión del «no» a dar la presidencia de la Comisión de Exteriores a Jorge Fernández Díaz, ésta ha sido el anuncio de la coalición PSE-PNV con la polémica sobre el reconocimiento de la «nación» vasca en el futuro Estatuto.

Eso está propiciando que un Sánchez destrozado anímicamente al principio y dubitativo sobre su retirada definitiva, vaya a reaparecer en volandas a su reaparición este sábado en Xirivella (Valencia).

El ex secretario general puso como condición al organizador, el secretario general provincial, el sanchista José Luis Ábalos, que fuera un acto «de reflexión» porque las primarias no están convocadas. De hecho, formalmente será una mesa-redonda sobre el futuro de la socialdemocracia, pero conforme se acerca la fecha más parece un acto de adhesión que otra cosa.

De hecho, Pedro Sánchez pasará después por la localidad de Sueca para recibir el homenaje de la agrupación local aunque no hablará en mitin por petición expresa. Con él estarán en esta primera aparición el excalcalde de San Sebastian Odón Elorza y la diputada balear Sofía Hernanz, además de Ábalos, entre otros dirigentes. Y como reveló la secretaria general del PSM, Sara Hernández, se está preparando ya otro acto en Madrid. Lo cual hace pensar a la gestora que tiene diseñada gira de precandidato.

Un escenario que llena de intranquilidad a los principales barones, quienes lo último que quieren ver son unas primarias entre Susana Díaz -dan por hecho que se optará a la Secretaría General- y su antecesor.

Patxi López y la «tercera vía»

Apuestan por la victoria segura de la presidenta andaluza, pero a costa de una ruptura probablemente irreparable. Y la sola perspectiva ha empezado a abonar la idea de una «tercera vía» con el exlendakari Patxi López, afín a Sánchez hasta el uno de octubre y ahora acercándose a los restos del sanchismo, como su ex «número dos», César Luena, según algunas fuentes.

De ahí los nervios que se viven en la mayoría que apoya a Díaz. Sus principales exponentes, excepto el presidente de la gestora, Javier Fernández, coincidieron ayer con López en la presentación de una biografía de Guillermo Fernández Vara escrita por su hijo.

Antes de entrar, Susana Díaz expresó «respeto» por el acto que va a protagonizar Pedro Sánchez en Xirivella. «Lamento defraudarla, pero en estos momentos eso no toca», contestó cuando se le preguntó si está dispuesta a presentar su candidatura a secretaria general.

Vara, por su parte, recalcó que tampoco «toca» ahora hablar de candidaturas, aunque dejó claro que ve compatible la presidencia de la Junta de Andalucía y la Secretaría General del partido, como quiere Díaz -«no está escrito en ningún sitio que no pueda ser así», dijo desde Sevilla el portavoz de la gestora, Mario Jiménez-.

Durante la presentación del libro, el prologuista y secretario general antes que Pedro Sánchez, Alfredo Pérez Rubalcaba, le lanzó un mensaje nada disimulado cuando dijo que llegar a la política es complicado, pero «irse es complicadísimo».

Page emplaza a Sánchez a decidirse

Pero, sin duda, el mensaje más claro al ex secretario general se lo dirigió ayer el presidente castellano-manchego, Emiliano García Page.

Durante una entrevista en RTVE, dijo que «tiene todo el derecho a hablar» pero le recordó que «el PSOE no es una charca» ni una piscina en la que uno prueba la temperatura del agua antes de lanzarse.

«Si tiene ambición de liderar el partido», algo que ve «muy conflictivo» después de su abrupta dimisión en el tumultuoso Cumité Federal del uno de octubre, «hay que decirlo, independientemente de ir calculando». Ve el acto de Xirivella con «normalidad» pero insisitió en que con el tiempo se destapará la penosa situación en que Sánchez dejó el PSOE.

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