A la izquierda, Josep M. Prats, de Unió; el alcalde, el socialista Ballesteros; y el popular Alejandro Fernández
A la izquierda, Josep M. Prats, de Unió; el alcalde, el socialista Ballesteros; y el popular Alejandro Fernández - Efe

PP y PSOE sí pueden pactar... en Tarragona

El gobierno de coalición entr e PSC, PP y Unió se pone como ejemplo

Barcelona Actualizado: Guardar
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Un acuerdo «por encima de las ideologías y de los partidos», una entente a «favor de los ciudadanos», pensando en «la moderación, la centralidad y la madurez».

¿Gobierno de unidad entre PSOE, PP y Ciudadanos en España? No, acuerdo municipal en Tarragona. En un momento en el que la política española asiste a una inédita situación de bloqueo, en el Ayuntamiento de Tarragona se ha cerrado esta semana un acuerdo que desde muchos ámbitos se señala como un ejemplo de lo que podría, o debería, suceder en las Cortes.

Con el acuerdo alcanzado en Tarragona entre PSC, PP y Unió, esta ciudad se convierte en la única capital de provincia española con un gobierno municipal conjunto entre populares y socialistas, un acuerdo que demuestra, como afirmaron sus protagonistas, que el entendimiento en favor de los ciudadanos es posible por encima de las ideologías.

Josep Fèlix Ballesteros (PSC) volvió a ganar los comicios con nueve concejales, muy lejos de los 14 que conforman la mayoría del pleno. La necesidad de armar una mayoría estable ha acabado propiciando un acuerdo por el que los cuatro ediles del PP -liderados por Alejandro Fernández-, y el de Unió, Josep María Prats, se incorporan al gobierno de la ciudad.

Es «un pacto de optimistas y no ideológico; no es entre derechas, izquierdas y centro, sino de Tarragona», explicó el socialista Ballesteros, siempre distante del ala más nacionalista del PSC. La apelación a un acuerdo por encima de siglas e ideologías se leyó en seguida en clave estatal, algo que el PSC quiso descartar cuando el PSOE sigue vetando la gran coalición con el PP.

«No afecta en ningún caso» a las negociaciones para conformar Gobierno», se apresuró a clarificar la portavoz socialista en el Parlament, Eva Granados. «El pacto de Tarragona es un pacto de ciudad, no ideológico, y se ha hecho sobre proyectos de futuro de la ciudad», añadió la socialista.

El popular Alejandro Fernández, que como nuevo primer teniente de alcalde de Tarragona se convierte en el político popular con el cargo institucional más relevante en Cataluña, considera, por contra, que el pacto con el PSC debería ser perfectamente extrapolable al conjunto de España.

«Pedro Sánchez debería respetar la que ha sido la lista más votada y facilitar un acuerdo con el PP en favor de España», explica Fernández en declaraciones a ABC. «Tarragona es un ejemplo de que es posible», concluye. Otro Fernández, en este caso Jorge, ministro en funciones, hace la misma interpretación. «Esto era impensable antes, cuando hay buena voluntad se hace camino al andar», explicó en TVE.

Si el pacto de Tarragona es para el PP un ejemplo, en el seno del PSC se ha recibido con cierta controversia. Mientras que la dirección liderada por Miquel Iceta ha dado luz verde y autonomía a Ballesteros para alcanzar el pacto, en las bases de la formación en Tarragona no ha gustado lo que se considera un giro a la derecha. El hecho, además, que la decisión no se sometiese al escrutinio de los militantes, como se prometió, no ha hecho más que acrecentar el malestar.

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