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Vídeo: PP propone plan de natalidad frente al envejecimiento - Europa Press
XVIII Congreso

El PP priorizará las políticas de natalidad y el retorno de los emigrados

El reto poblacional vertebra la ponencia social de Génova, que elude temas como la gestación subrogada o custodia compartida

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La gran obsesión del PP en materia social es la pirámide poblacional de España, muy envejecida y con las tasas de natalidad más bajas del mundo (1,3 niños por mujer). De ahí que este reto sea el eje vertebrador de la ponencia social que Génova presentará en febrero para su debate durante el XVIII Congreso. El PP propondrá medidas para fomentar la natalidad, el acogimiento y la adopción; asegurar el retorno de los exiliados que se marcharon durante la crisis.

El texto, de unas cuarenta páginas, enumera los principios generales del partido, como el papel de la familia y la igualdad de oportunidades. Pero no aborda en concreto temas candentes como la gestación subrogada o la custodia compartida. Sí se detalla algo más el apartado referente a la inmigración, que el PP defiende que sea «legal y ordenada», acorde a las necesidades de empleabilidad de España y «respetuosa con los valores y libertades» de la sociedad que les acoge.

El debate, en el XVIII Congreso

El vicesecretario de Sectorial del PP, Javier Maroto, coordinador del documento, ha explicado este martes que en la ponencia solo se recoge «aquello que inspira un consenso amplio» en el partido, de forma que se deje para el congreso el debate de las propuestas. «No negamos ningún debate, estará en las enmiendas», ha incidido Maroto, quien no ignora la dificulta de concitar posturas en temas candentes dentro de un partido, el PP, cuyos votantes abarcan un ancho espectro ideológico. «Desde el centro-centro, al más conservador».

Maroto también ha justificado que no se enumere de partida las políticas porque es el Gobierno desde sus distintos ministerios quien en este momento marca el paso con medidas concretas, como las anunciadas de conciliación verbalizadas por la ministra Fátima Báñez. También se recoge como novedad la creación de una tarjeta social de forma que las subvenciones y ayudas que la población recibe, ya sea de la administración o de entidades sociales, se registren para evitar duplicidades y que «nadie que lo necesite se quede sin ellas».

Custodia compartida

Los ponentes no abordan cuestiones como la custodia compartida, que sin embargo serán objeto de debate porque compromisarios de Valencia ya han anunciado que registrarán una enmienda. Maroto ha recordado sin embargo que el PP ya se ha pronunciado a favor de la igualdad entre madres y padres para la custodia de los hijos en el País Vasco, Aragón, Comunidad Valenciana y Cataluña. Y confía, a título personal, que salga adelante.

Gestación subrogada

La ponencia social del PP no incluye en su texto de partida nada sobre la gestación subrogada, pese a que según admite la dirección nacional es un tema que está sobre la mesa. «En este momento ya vienen a España más niños procedentes de la gestación subrogada que de adoraciones. No se puede obviar», señala un alto cargo.

El PP de Cristina Cifuentes ha sido el primero en posicionarse a favor, en una votación en la Asamblea de Madrid que provocó tensiones internas. Génova aún no se ha posicionado al respecto. La cuestión solo se abordará si algún compromisario registra una enmienda para ello.

Aborto

Otro de los asuntos que más debate despierta es el referido al aborto. El PP se ciñe a «la literalidad» de lo expresado en su programa electoral de diciembre de 2015 y junio de 2016, donde apenas hay una referencia general a la defensa y protección del derecho a la vida. «No hay novedades» en ese asunto, ha reconocido Maroto.

Maroto lo ha resumido así: «En la ponencia recogemos aquello que inspira un consenso amplio entre nuestros militantes. El PP es el único partido de Europa representa maneras de sentir y de pensar que se sitúan en posiciones de centro hacia más conservadoras. Tratar de unir ese ideario en una ponencia social requiere que parta de un consenso amplio». Y ha deseado que el XVIII sea «un congreso abierto» para que, a través de un debate de enmiendas, se aborden «los asuntos que están en la calle».

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