Podemos complica la investidura de Sánchez

Después de la jornada vivida ayer en el Congreso, la investidura de Pedro Sánchez se complica por la escenificación de ruptura total que está haciendo Podemos, su potencial socio en un gobierno alternativo de izquierda, reconocen a ABC diversas fuentes socialistas.

Sin la posibilidad de que Pablo Iglesias considere una abstención, el proyecto se viene abajo porque no salen las cuentas. Ni siquiera para que el Rey proponga a Sánchez como candidato a la Presidencia del Gobierno; no tiene obligación y sin garantías de éxito desgastaría la figura del monarca, avisan estas fuentes.

El día amaneció complicado. Desde la noche del martes, Podemos ya daba señales de usar su autoexclusión del acuerdo para la constitución de las mesas de Congreso y Senado.

Pablo Iglesias culpa al «bunker» PP-PSOE-C´s no solo de dejarles fuera de la Mesa del Senado (donde ha entrado el PNV con menos senadores), también de impedir su división en cuatro grupos en el Congreso (no lo permite el Reglamento). Iglesias no se fía de Sánchez y Compromis amenaza con dejar sin apoyo al presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig.

Pero la verdadera constatación de lo difícil de la investidura alternativa llegaría a mediodía con las peculiares, por variopintas, 69 fórmulas de acatamiento de la Constitución por parte de cada diputados Podemos.

Las caras de Sánchez, su «número dos», César Luena, y otros del equipo al ver el show de sus potenciales aliados era un poema: «Brutal», acertó a decir a ABC un miembro de la dirección parlamentaria. Todo lo contrario en la bancada popular. Un ministro retaba ufano a Pedro Sánchez: «ahora, que gobierne con estos».

El enfado del líder

Sánchez está enfadado por no haber previsto el uso de su autoexclusión por parte de Podemos, que nominó candidata a la Presidencia del Congreso a Carolina Bescansa solo para eclipsar el triunfo de López y enseñar los dientes al PSOE. La sensación entre los barones es de «estupor».

Han sufrido los «modos» de Podemos en sus parlamentos pero admiten que lo de ayer «hace que nos tengamos que pensar mucho las cosas», dicen.