Podemos se apropia de la fiesta del nacionalismo vasco

«Para lograr que el cambio sea posible y duradero tenemos la obligación política de disputar la hegemonía nacionalista tradicional y, por tanto, de construir un relato propio, diferenciado, dotado de más contenido social y de lucha contra la desigualdad». Así justificaba la semana pasada Podemos su decisión de estrenarse en la celebración del «Aberri Eguna». Una decisión que el PNV valoró primero como «muy positiva», aunque el sábado llegaba el dardo de Ortúzar: «No entendemos el día de la patria sin la proclamación de que Euskadi es nuestra nación. Nos parece difícil que haya personas que puedan tener dos naciones, pero respetamos los puntos de vista de todos».

Fue el PNV quien instauró esta jornada, la vinculó al Domingo de Resurrección y le atribuyó connotaciones míticas al asegurar que fue en esta fecha, en 1882, cuando su fundador, Sabino Arana, abrió los ojos al nacionalismo.

«¡Bendito el día en que conocí a mi patria!», diría años más tarde. Puntual y excepcionalmente, otros partidos, como el PSOE -la última ocasión, en 1978-, se sumaron al «Aberri Eguna», pero desde hace décadas ha quedado relegada a la condición de jornada de exaltación nacionalista a cargo de los nacionalistas.

«Es compromiso»

Con tres semanas en el cargo, la nueva secretaria general de Podemos Euskadi, Nagua Alba, encabezó el acto con el que la formación «morada» se coló ayer entre PNV y Bildu. Alba aprovechó su intervención en San Sebastián para asegurar que «se equivocan» quienes «vean un frío cálculo electoral» en su decisión de sumarse al «Aberri Eguna». «No es cálculo, es compromiso», esgrimió. No citó a Ortúzar como Ortúzar no les citó a ellos, pero también censuró que se les quiera «reprender» por su supuesta «osadía», cuando lo suyo, indicó, es «afán de convivencia». «Se equivocan quienes monopolizan la patria y los símbolos que son de todos», fue la andanada que envió al nacionalismo.

Convencidos de que en las próximas elecciones pueden terminar con la hegemonía del PNV, Alba dejó patente que han cogido carrerilla a la hora de apuntarse a las fechas simbólicas: se proponen celebrar el 25 de octubre, por la aprobación del Estatuto de Autonomía, y el 7 del mismo mes, día en que se constituyó el primer Gobierno vasco. «Se equivocan quienes pretendan dibujar un escenario de propios y de extraños, de buenos y de malos, porque no es tiempo de frentismos, es tiempo de convivencia», desafió Alba.