El fiscal Anticorrupción Pedro Horrach, en un momento de la entrevista concedida a ABC
El fiscal Anticorrupción Pedro Horrach, en un momento de la entrevista concedida a ABC - JAIME REINA

Pedro Horrach: «Lo peor ha sido que se dudara de mi independencia»

«Se ha cuestionado mi honradez y se ha llegado al terreno personal y familiar»

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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-¿Qué sentía cuando se le llamaba defensor de la Infanta y se dudaba de su independencia?

-Lo primero, indignación. También rabia. Los prejuicios que se instalaron en la opinión pública fueron de tal magnitud que resultaba difícil, prácticamente imposible, reconducirlos. A raíz de mi posición respecto a la imputación de la Infanta, no solo se cuestionó mi honradez profesional, sino que se llegó al terreno personal y familiar. No es tolerable que desde algunos medios de comunicación se alentara esta patraña.

-Usted nunca ha rehuido el contacto con los medios. ¿Hasta qué punto pueden ayudar o perjudicar unas determinadas investigaciones?

-He dicho en reiteradas ocasiones que los medios de comunicación han sido un factor importante en la lucha contra la corrupción y en la concienciación social.

Independientemente de lo anterior, es indudable el efecto negativo reputacional que tienen sobre las personas o empresas objeto de investigación si posteriormente son absueltas. Pero investigaciones como las de Nóos fueron más sencillas, sobre todo en la primera fase, gracias también a esa concienciación social a la que contribuyen los medios.

-¿Alguien le presionó para que tomase las decisiones que tomó o para que no lo hiciera?

-He repetido hasta la saciedad que no. Tanto Eduardo Torres Dulce, el entonces fiscal general del Estado, como Antonio Salinas, fiscal jefe Anticorrupción, jamás me dieron una orden para actuar en un sentido o en otro. Tampoco las hubiese aceptado. Y desde luego tampoco hubo presiones desde el exterior de la Fiscalía. De hecho, no he tenido comunicación alguna con nadie de fuera del procedimiento; ni con políticos, ni con representantes de instituciones.

-¿Se ha sentido traicionado?

-Alguna decepción me he llevado, pero el paso del tiempo difumina y relativiza este tipo de circunstancias. Es verdad que en el camino también he tenido la suerte de conocer a grandes personas.

-En julio pasado, finalizado el juicio, anunció que dejaba la Fiscalía. ¿Qué le llevó a tomar esa decisión?

-Llevo diez años en Anticorrupción y 25 en la Fiscalía y tenía la necesidad de cambiar y de desarrollar proyectos particulares que había aparcado. Estos últimos años han sido muy intensos desde el punto de vista personal y profesional, no solo por el caso Nóos, sino por la acumulación de procedimientos iniciados desde la Fiscalía en relación a la corrupción. Necesitaba un cambio de aires.

-¿Cuál es, en su opinión, la principal deficiencia del sistema judicial penal español?

-La propia existencia de jueces de instrucción, tal como están configurados actualmente. Es el fiscal, que es quien ejerce la acusación, quien debe decidir cómo, cuándo, qué y dónde se investiga. Por otra parte es necesario reforzar la posición de la Policía Judicial para acortar el periodo de investigación. Me han sorprendido algunas sentencias del Tribunal Supremo en relación a la valoración de las pruebas practicadas en sede policial.

-Y en el ámbito específico de la corrupción, ¿hay alguna reforma legislativa que considere necesario abordar para ser más eficaces en esta lucha?

-Mientras no se tipifique el delito de enriquecimiento ilícito y no se conceda al delito de prevaricación la gravedad penológica que creo que merece, seguiremos ocupando una posición de desventaja en la persecución de estos tipos delictivos. No toda prevaricación es corrupción, pero sí toda corrupción procede de una decisión prevaricadora. En tal sentido, debería conllevar pena de prisión, cuando actualmente se limita su penalidad a la inhabilitación.-¿

-¿Ha recogido ya el despacho?

-Estoy en ello; desde luego ahora está bastante más limpio de papeles que hace unos meses.

-¿Cómo piensa que será ese último día como fiscal?

-Sentimientos encontrados, claro. Estoy satisfecho de la decisión que he tomado, pero como toda mi vida profesional la he desarrollado en la Fiscalía sé que me quedará el lógico vacío. Pero hasta ese momento, que llegará el 30 de abril, aún tengo que preparar el informe de los posibles recursos de casación de Nóos, entre otros asuntos.

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