El rostro serio de Wilmer no logra ocultar cómo se siente por dentro. Es lo que experimentó este venezolano, que trabaja desde hace años como taxista en Tenerife, al ver a su hijo lanzar su órdago a Nicolás Maduro .
Tuvo miedo hace solo unos días, cuando Juan Guaidó fue arrestado por las Fuerzas de Seguridad. Muchos pensaron que acabaría como su mentor, Leopoldo López , en arresto domiciliario tras pasar por prisión. Al salir a la calle enseñaba las marcas de las esposas. Hoy, este ingeniero, casado y con una hija ya es, a sus 35 años, la gran alternativa al chavismo.
Una de las primeras felicitaciones telefónicas, la de su padre, que está deseando volver a verlo, ya como presidente efectivo de Venezuela.
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