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El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, este viernes, en el Congreso - JAIME GARCÍA

El número dos de Interior denuncia un «linchamiento político» por su reunión con el hermano de González

El secretario de Estado de Seguridad asegura que de la reunión que mantuvo con Pablo González «nada se ha ocultado»

El PSOE pide la inmediata dimisión de José Antonio Nieto por su «compadreo» con la corrupción

Madrid Actualizado: Guardar
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El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, ha acudido este viernes al Congreso a «disipar la polvareda» en torno a la reunión que mantuvo con Pablo González — hermano del expresidente, Ignacio—, y ha lamentado que detrás de esta polémica se esconda el deseo de un «linchamiento político».

Porque —ha resaltado— sobre ese encuentro «nada se ha ocultado» y «nadie se ha escondido» después de una reunión en la que solo se habló de la seguridad en los mercados.

«Me he preguntado qué podría haber hecho, qué haría si pudiera dar marcha atrás y, créanme, habría hecho lo mismo, atender a un directivo de una empresa pública y nada más», ha explicado Nieto. Ha señalado que «ojalá» esa reunión no se hubiera producido, pero que para evitarla lo único que tendría que haber hecho es conocer las investigaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, un extremo que ha negado rotundamente: «Preferiría que se repitiera este calvario que estoy sufriendo que incumplir al ley».

Nieto comparece en la Comisión de Interior de la Cámara Baja, a petición propia y del PSOE, para explicar la reunión que el día 8 de marzo mantuvo en su despacho con Pablo González, encarcelado hace unos días junto con su hermano Ignacio, expresidente de la Comunidad de Madrid, por la operación Lezo.

Como ya ha explicado en otras ocasiones, Nieto ha señalado que recibió durante quince minutos a González, en un encuentro que estaba en agenda, en el despacho oficial, «a la vista de todos los trabajadores de la Secretaría de Estado» y en una cita que «jamás se ha ocultado».

Por todo ello, ha lamentado el «linchamiento» que se esconde tras la «polvareda» y ha subrayado que hoy, una semana después de que saliera a la luz esa reunión, todavía se pregunta de qué se le acusa, si de «ordenar mal» su agenda, de recibir a un directivo de una empresa pública, de «no pedir a la Policía su ficha» o de «inmiscuirme» en las investigaciones de la UCO.

«¿Se me acusa de ser de Córdoba, de provincias?», ha preguntado Nieto, quien se ha dirigido a los diputados para rogarles que fueran claros en sus acusaciones, porque él ya ha dado todas las explicaciones que tiene y puede dar.

«Alguien se está aprovechando en que lo que parece verdad se imponga a la verdad misma», ha añadido Nieto, que ha criticado el «flaco favor» que muchos están haciendo a la presunción de inocencia o a la división de poderes frente a la verdad «demoledora» de que la UCO lleva trabajando desde hace años en esta investigación.

Petición de dimisión

Por su parte, el portavoz del PSOE en la Comisión de Interior del Congreso, Antonio Trevín, ha pedido la dimisión «inmediata» de Nieto por su «compadreo» con la corrupción. El diputado socialista ha reprochado a Nieto que «abroncara» a los parlamentarios y le ha dicho que «llueve sobre mojado» en un partido, el PP, que ya ha perdido toda la credibilidad.

Trevín le ha recordado que el equipo anterior del Ministerio del Interior «hizo todo lo posible» por salvar a Ignacio González, como ocurrió cuando se apartó a quienes le investigaban por el caso de su ático en Marbella.

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