Miles de manifestantes cierran en Pamplona una jornada de 200 actos a favor de los presos

Las capitales vascas también reúnen a miles de personas; los pueblos, apenas a unas pocas decenas

186 actos proetarras en 186 municipios del País Vasco y Navarra ABC

Miriam Villamediana

La pandemia impidió ayer por segundo año consecutivo organizar la gran manifestación a favor de los presos de ETA en Bilbao que cada inicio de año servía a la izquierda abertzale para mostrar músculo y hacer una escenificación de fortaleza política. En su lugar este año se habían convocado casi 200 actos a lo largo y ancho de la geografía vasca y navarra en las que la tónica general fue la ausencia de representantes políticos de primer nivel.

La jornada se cerraba entrada la noche con una manifestación que recorrió las calles del centro de Pamplona. Sin presencia de políticos relevantes, miles de personas marcharon por el centro de la ciudad bajo el lema «para la convivencia, para la paz, en el camino hacia casa» y lanzaron consignas a favor del acercamiento de presos de ETA.

En total se habían convocado en la Comunidad Foral de Navarra 62 concentraciones y manifestaciones, entre ellas la de Tudela, donde aproximadamente medio centenar de personas se concentraron en la plaza San Jaime de la localidad. De poco sirvieron las peticiones del Ayuntamiento a la delegación del Gobierno para prohibir la convocatoria , que finalmente se desarrolló sin incidentes.

Esa fue la tónica general también en el resto de movilizaciones previstas en el País Vasco. A las cinco de la tarde, la misma hora en la que arrancaba la manifestación de Bilbao, más de dos mil vecinos de San Sebastián también recorrían las calles de la ciudad al grito de «amnistía». Nerea Kortajarena, parlamentaria de EH Bildu, y Juan Karlos Izagirre, portavoz de la coalición independentista en las Juntas Generales de Guipúzcoa, se unían a una convocatoria que también contó con la participación del histórico abertzale Rafa Díez Usabiaga, ex secretario general de LAB.

Algo más madrugadores fueron los vitorianos. Para tratar de evitar imágenes de aglomeraciones, la movilización se dividió en tres columnas . Pasadas las cuatro de la tarde cada una de ellas partió de una zona diferente de la ciudad para confluir en un tramo final hasta el centro de la capital alavesa.

La reivindicación a favor de los presos etarras también llegó al sur de Francia. Los autodenominados artesanos de la paz, que en su día fueron los encargados de escenificar el desarme de ETA, habían convocado a primera hora de la mañana una manifestación por las calles de la localidad de Bayona. Durante más de una hora centenares de personas recorrieron las calles de la ciudad pidiendo el acercamiento de los presos, haciendo especial hincapié, en lo que parecía una alusión directa a Henri Parot, a aquellos reclusos que llevan más de 30 años entre rejas.

Menos concentraciones

Fuera de las capitales vascas las convocatorias se limitaron a fotografías de varias decenas de simpatizantes con banderas a favor del acercamiento de presos en las plazas de los pueblos. El entorno de Bildu conseguía así las 200 fotos que buscaba con reivindicaciones por toda la geografía vasca. Sin embargo, este año se han convocado 29 concentraciones menos que en 2021, pese a que fue también un año golpeado por la pandemia y en el que todavía no había vacunas.

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