Así miden sus fuerzas los partidos ante la primera parada de la carrera electoral que empieza

En este año que empieza las distintas formaciones políticas vuelven a medir sus fuerzas en clave electoral, con los comicios en Castilla y León como primera parada. Le seguirán las elecciones en Andalucía y, más tarde, comicios autonómicos y municipales en toda España. De nuevo con la incertidumbre de la evolución de la pandemia, los partidos se enfrentan a una carrera de fondo decisiva.

Tras el insuficiente resultado en las elecciones de la Comunidad de Madrid que Pablo Iglesias vivió en sus propias carnes, la formación morada se enfrenta a su primera prueba en su nueva vida . Podemos e Izquierda Unida concurrirán en alianza por primera vez en esta región. El liderazgo de Yolanda Díaz sobre este espacio es ya una realidad, pero la marca electoral no será novedosa. Porque la vicepresidenta segunda no ha querido lanzar todavía su proyecto político. Ni ha querido que el adelanto electoral condicionase sus planes. En principio participará en algunos actos, aunque ella no es militante de Podemos e IU . Su figura no podrá escapar de un resultado que se espera malo para la alianza. En 2019 lograron dos diputados y estuvieron cerca de no obtener representación. Mantener el resultado ya sería un éxito.

El futuro político de Inés Arrimadas pasa por la capacidad de resistencia en Castilla y León del que fue su rival en las primarias de Ciudadanos (Cs), Francisco Igea. Después de desaparecer de la Comunidad de Madrid en las elecciones autonómicas de mayo del año pasado, para Cs sería devastador que le sucediese lo mismo en otra comunidad autónoma en la que, hasta la convocatoria electoral, también compartía gobierno con el PP. En esta tesitura, Arrimadas optó por un cierre de filas y el Comité Ejecutivo de su formación designó directamente a Igea como candidato sin celebrarse primarias. Mañana, Arrimadas presentará la candidatura de Cs en el hotel Meliá Recoletos, en Valladolid, junto al propio Igea y a la coordinadora autonómica de Cs en Castilla y León, Gemma Villarroel. Será el inicio de una precampaña a vida o muerte.

Vox pretende dar un paso adelante en las elecciones castellano y leonesas del próximo 13 de febrero, y situarse como una opción de gobierno por primera vez desde que irrumpió en la política nacional. De momento, su candidatura está rodeada de misterio y, según las fuentes consultadas por ABC, así seguirá hasta el lunes, cuando se harán públicos los nombres de la lista, incluido el cabeza de cartel. Santiago Abascal, por ahora, ya anunció ayer que recurrirán la decisión de que Vox, entre otros, quede fuera de los debates electorales, ya que la decisión adoptada es que solo puedan participar los partidos con grupo propio. Esto es, PSOE, PP y Ciudadanos. El líder de Vox acusó a socialistas y populares de utilizar sus «trucos peores» para «acallar» su respuesta a sus «programas gemelos». Sus candidatos siguen siendo una incógnita.

Junto a los partidos con implantación nacional, una amalgama de formaciones localistas, autonomistas e incluso 'rupturistas' buscan su camino para lograr el complicado reto de obtener representación en las Cortes de Castilla y León el 13-F. Todo indica que la Unión del Pueblo Leonés, que ha radicalizado aún más su discurso en los últimos tiempos emprendiendo una campaña para lograr una autonomía propia, volverá a ocupar algún escaño apelando a esos sentimientos, mientras Por Ávila —una escisión del PP y clave en la convocatoria electoral por sus exigencias presupuestarias— también invocará ese supuesto abandono desde la Junta de Castilla y León —y del Gobierno— del que 'tirarán' tanto los grupos vinculados a la España Vacía como otros provinciales con cierta tradición y los vinculados al mundo 'comunero'.