Séptima jornada de protestas en Barcelona tras la sentencia del procés. Al grito de 'Cataluña antifascista', los manifestantes lanzan basura por encima de las vallas. El objetivo: convertir los alrededores de la delegación de Gobierno en un vertedero. La Policía registra y cachea a los asistentes, que abren paso a las bolsas, muchas rellenas de papel. Incluso los niños también lleva la suya. Iluminados por las linternas de sus móviles, piden la salida del conseller de Interior y siguen con las consignas antifascistas. Todo en medio de un amplio dispositivo de seguridad y la vigilancia de un helicóptero que pretende evitar una nueva noche de disturbios. A las ocho menos cuarto se da por finalizada la concentración y algunos manifestantes cortan la Diagonal con una sentada, que esta vez ha transcurrido de manera pacífica.-Redacción-
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