Literatura de un desastre

Dos libros examinan la gestión del coronavirus del Gobierno con idéntica conclusión: «El resumen es la incompetencia»

Dos operarios trasladan un féretro en Madrid durante la pandemia BELÉN DÍAZ

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Para que los hechos relevantes de cada época pasen a los libros de Historia tiene que haber alguien que, con mayor cercanía, describa lo que pasó en primer lugar. Con la pandemia de coronavirus ya empieza a dar fruto el trabajo de los periodistas y cronistas que, al margen de dar cuenta diaria de lo ocurrido en los periódicos, se han lanzado a publicar los primeros libros sobre la gestión de esta crisis sanitaria. Francisco Mercado , con «Una pandemia de errores» (Deusto) y la dupla de Iñaki Ellakuría y Pablo Planas , con «Manual de incompetencia (en tiempos de coronavirus)» (Pigmalión) son buenos ejemplos. Además, coinciden en el diagnóstico: la pandemia no se gestionó bien.

«Una pandemia de errores«, de Francisco Mercado ABC

«El resumen es la incompetencia», sintetiza Mercado quien, como apunta, se ha servido en su libro de las mismas técnicas que empleó décadas atrás para investigar sobre otras desgracias, como la ecológica del Prestige. Y añade que el Gobierno recibió «demasiados avisas como para desoírlos», estima el periodista, que página tras página pone sobre la mesa informes, advertencias y mensajes emitidos por las autoridades sanitarias mundiales o regionales y que, a su juicio, el Gobierno pasó por alto.

«Ves cerrar Milán, ves cerrar Turín… y el Gobierno mantiene un discurso, no sé si por ignorancia, frivolidad o qué, muy irresponsable. Se da un discurso de que es una gripe fuerte y luego te cierran el país en dos días», añade Iñaki Ellakuría, que en su libro participa en la elaboración de una «crónica en caliente» de lo que va sucediendo, algo que no le impide darse cuenta de otro factor con el que se puede entender algo mejor la «incapacidad» del Ejecutivo para hacer frente al virus: « La pandemia es un puñetazo de realidad porque te obliga a gestionar. El virus desmonta y desarma a un Gobierno más pensado para lucha ideológica que para la gestión».

Simón y el 8-M

Uno de los grandes protagonistas de estos meses es Fernando Simón. El director del Centro de Coordinación y Emergencias Sanitarias (CCAES) también tiene, como no podía ser de otra manera, un importante espacio en ambas obras. «Simón no ha ejercido de científico, sino de comunicador, pero de comunicador de barrio», carga con dureza Mercado, quien afea a Moncloa que se haya escudado en las decisiones del epidemiólogo en lugar de seguir a otros expertos mundiales: «El técnico a sueldo del Gobierno tiene un valor, pero el Gobierno no se puede fiar sólo de él. Y si además va fallando, no es el mejor técnico para fiarse de él».

«El técnico a sueldo del Gobierno tiene un valor, pero el Gobierno no se puede fiar sólo de él. Y si además va fallando, no es el mejor para fiarse de él»

Ellakuría rebaja un poco el tono contra el director del CCAES. «Estoy convencido de que Simón o el ministro Salvador Illa lo intentan hacer lo mejor posible, pero el pecado original de esta gestión está en esas semanas en que, por agenda política, se desboca el virus», argumenta el periodista, con una afirmación que lleva irremediablemente hasta el 8 de marzo y la manifestación feminista.

«Manual de incompetencia», de Ellakuría y Planas ABC

«La semana del 8-M es clave, hay una batalla entre los dos partidos del Gobierno por la ley de Violencia de Género. Es una crisis muy prematura y se conjuran para llegar al 8-M unidos. Eso hace que no se centren, que rechacen advertencias que han llegado del virus», diagnostica Ellakuría, de quien toma el testigo Mercado. En su libro, el periodista muestra un gráfico del Centro Nacional de Epidemiología en el que se observa cómo los contagios generados por cada infectado estaban a la baja antes del 8-M: «Ahí empieza a dispararse».

«Hemos sido objeto de una manipulación terrible, nunca ha habido un Gobierno tan hábil en eso como este. Si te rebelabas eras un cuñado, un carroñero…», lamenta Mercado. «Me sorprende el silencio de la gente y cómo el ciudadano acepta sin rechistar que no haya una auditoría al Gobierno», comenta Ellakuría, convencido, también, de que pese a los muertos, el Gobierno está aprovechando estos difíciles momentos «para acelerar su agenda ideológica y absorber a Podemos».

Mientras tanto, la pandemia avanza y, como lamenta Mercado contraviniendo ese desafortunado eslogan que enunciaba que de esta saldríamos más fuertes, lo que pasa es que «la verdad ya no importa nada».

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