Salvador Sostres - TODO IRÁ BIEN

Lecciones de democracia

Salvador Sostres
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Mas y Homs pactaron con el Estado no llevar a cabo el referendo del 9 de noviembre de 2014 para engañar a la turba secesionista y forzar a ERC a aceptar la candidatura unitaria con la que efectivamente concurrieron a las elecciones de finales de 2015, planteadas como un plebiscito, y que perdieron.

Mas se comprometió a no ser él quien anunciara los resultados de la pachanga, pero a última hora quiso hacer la machada obviando que un Estado no es algo de lo que tan fácilmente puedas burlarte, y así empezaron los procesos judiciales.

La falsa heroicidad del señor Quico y de Mas quedó en evidencia al conocerse su premeditada renuncia al «derecho a decidir de los catalanes»; y también hace un mes, cuando Homs mandó a los suyos a votar a Ana Pastor como presidenta del Congreso a cambio de resolver felizmente su situación procesal, y de obtener el grupo parlamentario.

Éste es el precio exacto de su dignidad, y de la dignidad que le conceden al «pueblo catalán» en nombre del que dijeron que iban a declarar.

Mas y Homs son dos trileros que se han quedado sin bolita y con el peso de la Ley a punto de terminar con sus carreras políticas. Los independentistas tendrían que agradecer que España les libre de semejantes farsantes; y el Estado tendría que entender que se perjudica clamorosamente dejando fuera de juego a dos que tanto han perjudicado a los de su propio bando. Adversarios tan autodestructivos no se encuentran cada día, y es una lástima desaprovecharlos.

Hoy el Congreso no tramitará el suplicatorio de un héroe de la democracia, ni mucho menos del portavoz de un «pueblo», sino el de un patán de aldea y boina que creía que era más listo que los demás y ha sido justo lo contrario. Basta para entender el alcance de su pantomima que por primera vez desde la recuperación de las libertades habrá un partido que votará en contra de la concesión de un suplicatorio, y será Podemos, el adalid de acabar con los privilegios de la casta.

Es una metáfora de todos los tiempos que los que más lecciones dan de democracia se unan para retorcerla y derribarla.

Ver los comentarios