Juicio del «procés»

Un jefe de la investigación policial describe la situación de Cataluña como un «auténtico polvorín»

Desde el 20-S hubo un clima de tensión «claramente insurreccional», dice en el juicio del «procés»

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El teniente coronel de la Guardia Civil Daniel Baena , uno de los principales responsables de la investigación policial del «procés», ha confesado este martes que la situación de Cataluña era un auténtico «polvorín» por la «escalada incontrolable» de violencia que allí se vivía. El agente ha situado el punto de inflexión de esa situación de violencia en el 20 de septiembre, día en el que se practicaron 40 registros por orden judicial que desembocaron en acontecimientos como los vividos ante las puertas de la Consejería de Economía de la Generalitat. A partir de ese momento «lo que había en Cataluña era un clima de tensión claramente insurreccional».

[ Sigue en directo el juicio del «procés» ]

Durante su declaración como testigo en el juicio del «procés», Baena ha explicado que las acciones de hostigamiento y acoso a los miembros de la Guardia Civil y Policía Nacional se produjeron sobre todo a partir de aquel 20-S. Así, de los 88 escraches a los guardias civiles sólo dos de ellos se produjeron antes de esa fecha. De igual forma, 23 de los 25 ataques a policías nacionales tuviron lugar desde el 20 de septiembre. Pero no fue solo la cantidad lo que diferenció este tipo de incidentes, pues si en los primeros días de septiembre lo que había eran «protestas», a partir del 20-S se trata directamente de respuestas a acciones ordenadas por jueces y fiscales, es decir, contra el propio del Estado de Derecho representado en acuartelamientos (que son domicilios de estos agentes), hoteles o en sedes judiciales.

El teniente coronel ha explicado también la coherencia entre los hechos del «procés», cada paso que fue conduciendo hasta el referéndum y la declaración unilateral de independencia, y los planes plasmados por escrito en los documentos incautados a algunos de sus líderes. «El referéndum tenía que celebrarse sí o sí. Eso aparece en la agenda y en Enfocats», ha señalado en alusión al material requisado a Josep María Jové , el antiguo número dos de Oriol Junqueras en la consejería de Economía. Esa correlación entre los hechos y los documentos es decisiva para la Fiscalía para demostrar la existencia de una estrategia coordinada y planeada.

El testigo también ha denunciado el espionaje que sufrieron la Guardia Civil y la Policía Nacional de los Mossos d’Esquadra en la jornada del 1 de octubre. Según las investigaciones que practicaron de las comunicaciones de los agentes autonómicos, por orden de la magistrada, se deduce que los Mossos siguieron y vigilaron las actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Se acumuló «bastante material que arroja indicios de lo que ocurrió el 1-O», ha dicho.

Cuenta de Twitter

Comunicaciones entre los mossos, solicitudes por parte de los agentes desplegados por parejas en los centros de votación y las respuestas desde las salas de mando, fueron analizadas para averiguar qué se cocía en las bambalinas de la policía autonómica, acusada por la Fiscalía de facilitar el referéndum ilegal con su pasividad. «No hubo consignas, pero se produjeron conversaciones para solicitar la información sobre la situación de la Guardia Civil y la Policía Nacional», ha revelado Baena, que ha señalado que algunas salas de mando dieron incluso prioridad a este cometido a otros factores de aquella jornada del 1 de octubre.

El teniente coronel Baena ha negado ser el titular de una cuenta de Twitter que utilizaba el nombre de usuario de Tácito, desde la que se escribieron mensajes críticos contra el secesionismo en plenas investigaciones de la Guardia Civil. Las defensas de los acusados, y algunos medios de comunicación, sitúan a Baena detrás de esos comentarios y consideran que prueba su parcialidad y la contaminación de sus investigaciones. El teniente coronel ha rechazado ser el «propietario» de esa cuenta y ha explicado que simplemente la seguía en Twitter porque le interesan las ciencias políticas.

Baena ha añadido que se «asoció» una información a esa cuenta y se le vinculó a él. Pero que es falso y que lo ha desmentido a la prensa, en el Congreso, en el Senado y en una comisión del Ministerio del Interior. La titularidad real de la cuenta será difícil desvelarla porque el tribunal del «procés» denegó una prueba forense para resolverlo. Los jueces alegaron que un supuesto filtro de los planteamientos ideológicos de un testigo no es «presupuesto de validez de los actos de investigación».

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