Juicio del «procés»
Forn admite que el Constitucional les ordenó cinco veces impedir el 1-O
El antiguo consejero catalán de Interior defiende a los Mossos: «No hicieron ningún acto contrario a la Constitución»
Joaquim Forn ha pasado apuros. En un frágil equilibrio, el antiguo consejero de Interior de la Generalitat ha buscado mantener su «compromiso político» con el referéndum ilegal del secesionismo catalán y a la vez defender que cumplió desde su cargo todos los mandatos judiciales que ordenaron impedir la votación. Con una estrategia diferente a la de Oriol Junqueras , Forn ha intentado rebatir las acusaciones, que le sitúan como impulsor del 1-O, sin renunciar a su apoyo a aquella actuación. Él sí ha respondido a la Fiscalía, a diferencia de Junqueras.
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Ese doble objetivo le ha colocado en problemas en el interrogatorio del fiscal del Tribunal Supremo Fidel Cadena , que ha buscado sus contradicciones. La inquietud del antiguo consejero catalán se ha percibido en sus manos nerviosas, que a ratos sostenían un bolígrafo, y en un movimiento intermitente con sus gafas.
A las preguntas del fiscal, quien ha comenzado el interrogotario, Forn ha admitido que el Tribunal Constitucional le advirtió hasta en cinco ocasiones de que debía frenar la preparación del referéndum ilegal , cuya convocatoria había sido suspendida por el tribunal garante de la Constitución. Eran los días previos al 1 de octubre de 2017, en la antesala de la votación, con la tensión en su apogeo.
«No discuto la autoridad del Tribunal Constitucional», ha manifestado Forn, que ha cuestionado su imparcialidad por el sistema de nombramiento de sus miembros, que depende de los grupos parlamentarios del Congreso, de los políticos. «Siguen consignas de los partidos, lo que pone en duda sus decisiones», ha añadido.
El acusado, para quien la Fiscalía pide 16 años de prisión por un delito de rebelión con malversación , no ha sido capaz de concretar ningún acto suyo para evitar el 1-0, limitándose a asegurar que como consejero de Interior hizo todo lo posible «para dar cumplimiento a las instrucciones» de la Fiscalía y de la magistrada Mercedes Armas del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que les instaron a impedir su celebración. «Antes del 1-O no se incautó nada», ha admitido, cuestionado por las órdenes de que los Mossos debían retener el material preparatorio como las urnas.
«Relatos peliculeros»
Forn ha destacado que los mandatos judiciales también les instaban a no poner en peligro, en cualquier caso, «la convivencia ciudadana», y ha defendido que «ningún acto de los Mossos d’Esquadra fue contrario a la Constitución». Ha manifestado que conoce que los agentes autonómicos deben ser neutrales políticamente, una filosofía que dice compartir, y ha cuestionado el nombramiento del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos como coordinador del dispositivo del 1-O.
En su defensa de la policía autonómica, Forn ha negado la «inactividad» que la Fiscalía le atribuye en las jornadas decisivas del «procés« como el asedio a la Consejería de Economía el 20 de septiembre y el mismo referéndum ilegal. Ha acusado a la Fiscalía de construir «relatos peliculeros» por la descripción de la salida de la letrada de la administración de justicia de Barcelona que tuvo que escapar por la azotea del juzgado y pasar al edificio de un teatro contiguo.
«No es cuestión de si me pareció suficiente o no», ha señalado sobre el despliegue de 8.000 Mossos en el referéndum ilegal , una pareja de agentes por cada centro electoral. «Yo no participo en los dispositivos, di el visto bueno al plan, que se comunicó a la Fiscalía, hubo unas observaciones y se incrementó el número de agentes», ha explicado, calificando este día como «la movilización más importante de los Mossos en toda su historia», más incluso que en los atentados de Barcelona de 2017, por el número de horas de cada agente. La Fiscalía le ha recordado que en cada jornada electoral ordinaria participan unos 12.000 agentes autonómicos.
El acusado ha aportado una visión diferente a Junqueras sobre la reunión policial del 28 de septiembre, previa a la votación, y ha reconocido que los Mossos les alertaron ese día del riesgo de incidentes. «Nos manifestaron su preocupación por lo que pudiera suceder el 1-O, pero actos puntuales, no una violencia generalizada».
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