El juez Penalva y el fiscal Subirán serán procesados sólo por revelación de secretos en el marco del caso Cursach
El TSJIB descarta que ambos juristas hayan podido cometer otros presuntos delitos, como pertenencia a grupo criminal, detenciones ilegales o denuncias falsas
El segundo instructor del caso Cursach, el juez Manuel Penalva , así como el fiscal Miquel Ángel Subirán y cuatro policías nacionales serán finalmente procesados como presuntos autores de los delitos de revelación de secretos, omisión del deber de impedir delitos y omisión del deber de promover la persecución de delitos , unas faltas que supuestamente habrían cometido en el marco de la instrucción del primer tramo del caso Cursach.
Así lo decidió ayer a través de un auto el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares (TSJIB) Carlos Gómez . En su resolución, el magistrado no ve indicios, en cambio, de otros posibles delitos que se atribuyeron en su momento al juez Penalva y al fiscal Subirán, como por ejemplo pertenencia a grupo criminal, detenciones ilegales o denuncias falsas. El citado auto del juez Gómez —elegido hace dos meses nuevo presidente del TSJIB— no es firme y puede ser recurrido.
Cabe recordar que en el caso Cursach se investiga, esencialmente, la existencia de una supuesta trama de corrupción policial, política y empresarial, cuyo presunto impulsor sería el magnate mallorquín Tolo Cursach , quien durante décadas fue el principal empresario del sector del ocio nocturno de Baleares. La clave de la citada supuesta trama estaría en que, presuntamente, Cursach habría contado durante años con la «protección» de policías, cargos políticos y funcionarios , que habrían favorecido sus negocios y habrían perjudicado a los de la competencia a cambio de dádivas y regalos. Por su parte, Cursach siempre ha negado la existencia de esa posible trama.
La instrucción de lo que hoy se conoce genéricamente como el caso Cursach fue iniciada hace algo más de un lustro por la juez Carmen González , que dejó la causa por un cambio de destino. Seguidamente, pasaron a ocuparse del caso el juez Penalva y el fiscal Subirán. Con posterioridad, en marzo de 2018, Penalva sería apartado de la causa por «pérdida de apariencia de imparcialidad» . El sustituto de Penalva al frente de la instrucción del caso Cursach pasó a ser el juez Miquel Florit , quien se hizo cargo de las diversas piezas separadas que entonces estaban ya en marcha. Sin embargo, Florit tuvo que dejar también el caso, al ser procesado el año pasado por ordenar requisar los teléfonos móviles a dos periodistas. En el juicio posterior, Florit resultó absuelto. En la actualidad, se ocupan del caso Cursach los jueces Antoni Garcías y Enrique Morell.
Un caso complejo
Por lo que respecta al juez Penalva y al fiscal Subirán, empezaron a ser investigados en 2018, después de que el juez Florit hubiera abierto una pieza específica para indagar acerca de las supuestas filtraciones periodísticas que se habrían producido en varias ocasiones en el marco de la instrucción del caso Cursach. La citada pieza específica se abrió tras sendas denuncias previas presentadas por Cursach y por uno de sus colaboradores, Bartomeu Sbert , también investigado en el caso Cursach.
A partir de entonces, agentes de Asuntos Internos iniciaron una investigación para intentar averiguar quiénes habrían estado detrás de las posibles filtraciones a los medios de comunicación. Las primeras sospechas recayeron sobre el antiguo Grupo de Blanqueo de la Policía Nacional de Palma, cuyos miembros llevaron el peso de la investigación del caso Cursach durante años. La citada unidad estuvo siempre en contacto permanente con el juez Penalva y con el fiscal Subirán. De hecho, en su momento se crearon hasta tres grupos de «whatsapp» compartidos , en los que de manera regular había intercambio de comentarios y de información.
En el marco de esa compleja investigación, en diciembre de 2018 fueron detenidos el exjefe del Grupo de Blanqueo y un agente de dicha extinta unidad por el presunto delito de revelación de secretos. Tras acogerse a su derecho a no declarar, ambos quedaron en libertad con cargos. Posteriormente, fueron también arrestados otros dos antiguos agentes del Grupo de Blanqueo, en concret o una inspectora y un subinspector de la Policía Nacional, que fueron detenidos en Madrid y en Palma , respectivamente. El motivo de la detención fue el mismo, una supuesta revelación de secretos. Horas después de su arresto, ambos agentes quedaron también en libertad con cargos.
Finalmente, en abril del pasado año, los agentes de Asuntos Internos que investigaban el origen de las presuntas filtraciones periodísticas habidas en el caso Cursach entregaron al juez Florit un primer informe, en el que se apuntaba que el juez Penalva y el fiscal Subirán podrían haber cometido los presuntos delitos de pertenencia a grupo criminal, detención ilegal, denuncia falsa, revelación de secretos, coacciones y amenazas , entre otros. A aquel primer informe policial le siguieron luego otros en una línea parecida. «Sin embargo, en alguno de los informes el objeto no es una concreta investigación policial o judicial anterior, sino que se analiza en ellos, transversalmente, la actuación de los ahora investigados con relación a ciertos testigos que declararon en una pluralidad de instrucciones penales directa o indirectamente vinculadas al caso Cursach», explica el magistrado Gómez en el mencionado auto hecho público ayer.
Como se ha indicado ya, finalmente el TSJIB sólo ha visto ahora indicios de tres posibles delitos en la actuación de Penalva , de Subirán y de los cuatro policías también investigados en el marco de la instrucción del primer tramo del caso Cursach.
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