José Luis Ábalos: «Es evidente que en esta legislatura no se reformará la Constitución»

En una entrevista con ABC, el secretario de organización del PSOE explica que quieren abrir las vías para el cambio constitucional, pero asumen que hace falta tiempo

José Luis Ábalos posa para ABC el pasado viernes MAYA BALANYA
Víctor Ruiz de Almirón

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Después de acordar con el Gobierno la aplicación del artículo 155, el PSOE ha recuperado el tono de oposición con el que Pedro Sánchez retornó a Ferraz. Convencido del acierto de su respuesta a la crisis catalana, José Luis Ábalos defiende el papel de su partido como garante de la estabilidad del país a la vez que ataca el estilo político del Gobierno y de Ciudadanos, que ha pasado de potencial socio a adversario. En su análisis hay espacio para la autocrítica sobre el desapego de la izquierda con la idea de España.

El PP ha querido enfriar la reforma constitucional. ¿Qué se acordó exactamente con Rajoy?

–Nosotros tenemos muy claro el acuerdo entre el presidente del Gobierno y el secretario general del PSOE y no asumimos el incumplimiento del mismo. El acuerdo es que la comisión de evaluación del modelo autonómico duraría seis meses y que daría paso a la apertura de la subcomisión para la reforma constitucional. Es evidente que esos trabajos deben ser tenidos en cuenta de cara a la reforma constitucional, no hay otra posibilidad. Nosotros intentamos abrir escenarios políticos de acuerdo.

¿Es posible consensuar un cambio constitucional?

–Es evidente que no, pero se sitúan las bases. Es evidente que en esta legislatura no se va a poder llevar a término. Eso lo sabemos, pero sí que podemos generar las bases de un acuerdo para que la siguiente legislatura se pueda acometer. Hemos conseguido situar la necesidad de la reforma. Tenemos que ir haciendo camino porque esto no es una cosa de un día para otro.

Últimamente hablan menos del concepto de plurinacionalidad. ¿Es un concepto discutido y discutible?

–Se comenta menos porque no ha interesado desgastar al PSOE con eso. Y porque vista la respuesta del PSOE se han despejado dudas en torno a ese concepto de plurinacionalidad. Nosotros lo seguimos invocando como una expresión de nuestra diversidad, pero hemos dejado de manifiesto que eso no significa desintegrar territorialmente España

¿Están dispuestos a alcanzar un acuerdo con el Gobierno sobre financiación autonómica?

–Lo importante primero es que el Gobierno establezca el marco de negociación con las comunidades: primero en el Consejo de Política Fiscal y Financiera y después ya vendrá al Parlamento, el momento de los grupos políticos.

El PSOE gobierna regiones con distintas necesidades.

–Nosotros lo enfocamos desde el punto de vista de la suficiencia financiera para la prestación de los servicios públicos. Todo va encaminado a que los gobiernos autonómicos puedan prestar la política social. Pero muchos de estos gobiernos se sustentan con otras formaciones. Por eso es importante que sean los propios gobiernos quienes aborden la negociación.

Pero hay criterios como la población o de paro que se pueden utilizar para elaborar el modelo. ¿Cuál prefiere el PSOE?

–Todos los elementos se conjugan. Pero a nosotros nos parece que el elemento poblacional es importante, obviamente. Pero se tiene que considerar elementos de carácter estructural, como el empleo o la despoblación, que deben actuar como elementos correctores.

¿Es posible que todas las comunidades reciban más recursos? ¿Habrá que subir los impuestos?

–Hablar de financiación equivale a hablar de ingresos, porque el gasto social en España no es elevado. Una reforma de la financiación tiene que incluir una reforma de la política fiscal.

El ministro Montoro ha tratado de vincularla a los Presupuestos. ¿Está dispuesto el PSOE a hablar de ello?

–Nosotros no queremos entrar en esa cuestión. Son dos cuestiones distintas. No descartamos nada, pero no creemos que haya que vincularlo.

¿Pero el PSOE estaría dispuesto a hablar de los PGE con el Gobierno?

–El PSOE está dispuesto a escuchar. Y también está muy dispuesto a decir cuál es su posición.

Eso sería una negociación.

–No. Primero hay que escuchar. Tenemos una pista que es el marco de estabilidad, que desde luego no nos gusta y es un punto de partida malo. Pero tampoco vamos a tener una posición de partida de no atender.

¿Qué ha cambiado para que el PSOE tenga voluntad de sentarse?

–Nunca nos hemos negado a escuchar, ni a ser informados. Además es lo correcto. Lo que sí que es verdad es que nosotros pensamos que aquí hay un Gobierno que surgió de un acuerdo de investidura con Cs y que el último presupuesto lo logró con el apoyo de la derecha, básicamente PNV y CC. Y esa es la vía que tiene que seguir explotando. Ahora, si me pregunta por nuestra posición como fuerza política que procura dar estabilidad y atendiendo a los conflictos que hay, evidentemente nosotros todos los problemas del país los atendemos y sabemos encajarlos en el análisis. Y por lo tanto no vamos a hacer un enfoque de las cuestiones prescindiendo de las situaciones críticas que pueda vivir el país. Pero entendemos que esa es una razón muy última.

Es decir, ¿que ante la excepcionalidad el PSOE escuchará?

–El PSOE ha demostrado en esta última crisis que ha sabido estar a la altura siempre que el país lo requiera. Pero el país no es el Gobierno, y saben hacia dónde debe dirigirse para sacar adelante sus cuentas, y no es el PSOE.

La aplicación del 155, ¿fue un trago difícil de digerir para el PSOE?

Efectivamente. Había muchas amenazas y muchos malos presagios sobre las consecuencias de la aplicación. Y lo cierto es que no se está dando esa situación ni de violencia ni de mal funcionamiento de la Administración. Digamos que hay una cierta normalidad en lo que es el ámbito de la gestión y en el plano de la convivencia política. El hecho de haber planteado un horizonte electoral es lo que más ha tranquilizado. En situaciones de excepcionalidad es importante saber cuál es la fecha límite. Y con la convocatoria electoral se ha establecido esa certeza.

Pese a las dudas que ha habido en el PSOE, ¿creen que han acertado?

–No ha habido dudas. A veces opiniones minoritarias alcanzan un eco… Me he recorrido España en los congresos del PSOE y no solo no ha habido ninguna muestra de rechazo sino que he visto muchísima muestra de afección. Es más profundo el vínculo con lo que representa España que todo lo contrario.

¿Con quién puede pactar Iceta?

–El más importante es el que alcance con la sociedad civil. La apuesta de transversalidad va en ese sentido. Si en Cataluña se da la situación de fractura, para recomponerla hay que plantearse ejercicios de innovación política, que tienen que ver más con la transversalidad y no tanto con los partidos. El esfuerzo del PSC va en esa dirección. Desde una posición socialdemócrata, europeísta y catalanista.

¿Y eso solo lo puede hacer Iceta? ¿Y si Arrimadas queda por delante?

–Yo creo que esa características solamente las reúne el PSC. Porque yo entiendo que Ciudadanos lleva un proyecto muy beligerante, en el que se siente incluso a gusto como actor del conflicto. Ha intentado la exclusividad en torno a esa posición.

¿El PSC no pactará con Ciudadanos?

–El PSC está llamado a intentar pactos y entendimientos con todos. Con todos, mientras se mantenga el respeto a la legalidad, al ordenamiento constitucional y al autogobierno catalán.

Hace poco más de un año ustedes querían gobernan con Ciudadanos.

–Lo que ha pasado es que se planteó como una fuerza del cambio y a lo único que ha contribuido es a que la derecha siga gobernando. Pero no solamente porque llegó a un acuerdo de investidura, sino porque desarrolló una actividad de presión total para que el PSOE se allanara a un Gobierno de derechas. De ser una formación que en teoría representaba el cambio se ha convertido en una formación que compite por ser más de derechas que el PP. Definitivamente se ha establecido como un populismo de derechas. De ser una fuerza que se quería ubicar en el liberalismo e incluso aspirar al centroizquierda ha pasado ha ser el partido más de derechas de España. Es un partido populista que juega tremendamente al oportunismo. Lo hemos visto en el debate del cupo vasco, en el que se ha quedado solo.

¿Quién sería su interlocutor?

–Nosotros siempre vamos a apelar a una mayoría de izquierdas y progresista para este país.

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