Francisco Granados, en una imagen de archivo
Francisco Granados, en una imagen de archivo - JOSÉ RAMÓN LADRA

Granados niega ante el juez una contabilidad B en el PP de Madrid y rechaza que disponga de dinero oculto

El antiguo número dos de Esperanza Aguirre, considerado el cabecilla de la trama Púnica, carga contra su antiguo socio Marjaliza

Madrid Actualizado: Guardar
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El supuesto cabecilla de la trama Púnica, Francisco Granados, ha negado este miércoles ante el juez que disponga de dinero oculto, la razón principal por la que la Audiencia Nacional decidió mantenerle en situación de prisión preventiva. Los jueces alegaron que el antiguo secretario general del Partido Popular madrileño, imputado por un rosario de delitos de corrupción, tiene recursos suficientes para fugarse y alejarse de la acción de la justicia.

En su declaración voluntaria ante el juez Eloy Velasco, que se ha extendido durante casi tres horas, Granados ha tratado de aclarar los hechos delictivos que le atribuye la Fiscalía Anticorrupción y ha desmentido las acusaciones de su antiguo socio David Marjaliza, el empresario que salió de prisión tras reconocer gran parte de los hechos sobre la trama de corrupción local y regional.

Granados le ha acusado de mentir y de estar alejado de la «realidad».

El político madrileño, que está encarcelado en la prisión de Estremera, ha defendido que en la Comunidad de Madrid no se repartían mordidas al mediar en adjudicaciones irregulares a favor de empresarios afines y que el siempre favoreció el interés público. Ha añadido que Marjalia, constructor, sigue ganando dinero en el municipio madrileño de Valdemoro, donde Granados fue alcalde.

Granados ha negado que el Partido Popular de Madrid tuviera una contabilidad opaca, según han informado fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio. El antiguo número dos de Esperanza Aguirre ha explicado los apuntes que aparecen en una agenda que le incautó la Guardia Civil como notas «aleatorias» sobre actos de la formación política. Según su explicación, las iniciales y los números se correspondían con los departamentos del partido que debían movilizar a militantes para el evento y con el número estimado.

En ese sentido, el antiguo secretario general del PP madrileño ha reconocido que las siglas «BG» se referían a Beltrán Gutiérrez, el que fuera gerente de la formación en Madrid, y ha explicado que ello significaba que la gerencia debía movilizar a tantos militantes. Ha identificado otras siglas: «LD», como lista de diputados, o «ME» como municipios estratégicos, según las mismas fuentes.

Según su abogado, Granados ha asegurado que «ya le gustaría tener dinero en Suiza, porque lo necesita». Ha reconocido que guardó un millón de euros que repatrió desde dicho país en un altillo en la casa de sus suegros, como adelantó ABC, pero ha justificado ese escondite porque estaba en medio de una mudanza. El antiguo secretario general del PP madrileño asegura que el dinero que tuvo en Suiza procede de su actividad profesional en el mundo financiero, a lo que se dedicó antes de recalar en la política.

Los letrados defensores de los demás imputados, presentes en el interrogatorio, le han percibido «entero pero muy agotado» y han valorado sus «tablas» para defenderse ante las preguntas. Granados ha aportado datos y fechas, siempre ayudado por unas notas. El investigado ha ofrecido documentación que espera aportar al caso.

Imputado por delitos de blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal, contra la Hacienda Pública, tráfico de influencias, cohecho, malversación de fondos, prevaricación y fraude, Granados es el único investigado de la Púnica que continúa en prisión preventiva: lleva encarcelado desde el 31 de octubre de 2014. El juez y la Sala de lo Penal coinciden en que existe riesgo de que se fugue ante la gravedad de los delitos que le atribuyen y los recursos económicos de los que dispone. Los investigadores consideran que utilizó sus cargos políticos para influir en adjudicaciones irregulares.

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