Gibraltar, paraíso fiscal

¿Es Gibraltar un paraíso fiscal? Picardo lo niega rotundamente al tiempo que presume que la renta per capita de la colonia es de las más altas del mundo. ¿Cómo explica que un peñón inhóspito tenga tal nivel de vida? Pues no lo explica. Como no explica que en Gibraltar haya tantas sociedades como habitantes, la mayoría de ellas son simples apartados de correos o despachos de firmas en Panamá, Bahamas, Islas Caimán, etc. Por cierto, la firma panameña que tanto revuelo ha armado últimamente tiene allí despacho. Y conviene recordar que España sacó de la lista de paraísos fiscales a Panamá firmando un acuerdo de intercambio de datos fiscales. Tan simple es la cosa. Gibraltar ha firmado ese acuerdo con diversos países.

Quiere también firmarlo con España. Pero España exige firmarlo con el Reino Unido. A lo que Gibraltar se opone. Por lo que sigue siendo un paraíso fiscal para España. Para resumir: lo de paraíso fiscal es relativo, depende de cada país. Aunque en la práctica todos sepamos que es: allí donde acude el dinero evadido del fisco. Y a Gibraltar ha acudido a chorros, como saben perfectamente en Cádiz.

Que Picardo haya lanzado una ofensiva para estrechar los lazos con su entorno es perfectamente comprensible. A los paraísos fiscales se les está apretando las tuercas. Otras fuentes financieras interiores y exteriores -la guarnición, el arsenal, el bunkering, el gran resort que iban a montar en la ladera este de la Roca- no están saliendo como se pensó y, encima, el dichoso referéndum del 23 de junio, que puede sacar al Reino Unido de la Unión Europea, dejándoles colgados de la brocha, les causa verdadero pánico.

Así que buscan establecer relaciones de todo tipo con el entorno para mantenerse unidos al continente. En realidad, se trata de un viejo sueño: extender la colonia -que vive de España- al campo de Gibraltar y, si es posible, a Andalucía. Lo hubieran conseguido si, en 1954, el general Cuesta Monereo no hubiese mandado levantar en el lado español una puerta frente a la Verja que habían levantado los ingleses. Fue el único error británico en los tres siglos del contencioso. Una puerta que les encierra, Y que ahora intentan derribar engatusando con baratijas a su entorno, gobernado por socialistas y podemitas.