David Marjaliza, al salir de prisión
David Marjaliza, al salir de prisión - JOSÉ RAMÓN LADRA

El gestor suizo de Marjaliza le recomendó acogerse a la amnistía fiscal en 2012, pero el empresario se negó

El número dos de la Púnica prefirió esconder su fortuna en Singapur, lo que provocó el inicio de su investigación en Suiza

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El gestor personal suizo del número dos de la trama Púnica, llamado Fabienne Guignard, le recomendó a David Marjaliza acogerse a la amnistía fiscal que implentó el Gobierno en 2012, pero el imputado se negó. Así consta en un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que consta en el sumario de la investigación, al que accedió ABC y que reproduce conversaciones.

En diciembre de ese año, el empresario, quien salió de prisión tras colaborar con la justicia y tirar de la manta, se reunió en Suiza con Guignard. Marjaliza tenía planes para transferir los fondos de su cuenta suiza y «finalmente» los transfirió a otro banco y otro país, a pesar de la recomendación del gestor.

En un informe, Guignard deja entrever que el asesor fiscal de Marjaliza conocía estos planes y que la idea era que un coleccionista de plumas le facilitaría el acceso al sistema bancario de Singapur, un país en el que en aquel momento el socio de Francisco Granados aún no tenía cuenta.

La intención de Marjaliza, según el informe de la Guardia Civil, era crear dos sociedades con cuenta en Singapur: «en una de ellas pondría 4,5 millones de euros y la segunda compraría bienes inmobiliarios que Marjaliza posee en España por 4 millones. Finalmente, Marjaliza de instrucciones de destruir todo».

En abril de 2013, unos meses después, la entidad BNP informó a Marjaliza de que su cuenta estaba siendo investigada por la Fiscalía suiza y que había sido bloqueada, sin poder darle más detalles, informándole del fiscal encargado de la investigación y aconsejándole que se buscara un abogado para enfrentar el caso.

Pero esta advertencia del gestor suizo no fue la primera. En otra visita a su cliente en mayo de 2012, el experto suizo le recomendó a Marjaliza que «regularice de la manera que sea». La Guardia Civil, quien cita otra reunión en el mes de octubre, concluye que el número dos de la Púnica no tenía en ese momento «ninguna intención de regularizar su situación con la Hacienda española acogiéndose a la amnistía», que terminaba en noviembre de 2012.

Finalmente, tiempo después, en febrero de 2014, David Marjaliza regularizó unos 11 millones de euros procedentes de cuentas bancarias que tenía en Suiza a través de dos sociedades, una de ellas Sheraton Trading S.A., una de las investigadas en la instrucción. El desglose de los 11 millones de euros aflorados, sobre los que Marjaliza presentó autoliquidaciones para todos los periodos fiscales desde el año 2003, según fuentes jurídicas de la defensa del empresario, se distribuyen de la siguiente manera: unos 7,3 millones son los saldos de las cuentas, un millón y medio es el recargo temporal y 2 millones más por los intereses.

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