Francisco Martínez: «El Gobierno ha hecho una gestión migratoria nefasta»

El exsecretario de Estado de Seguridad resalta la importancia de «cuidar» a Marruecos como un aliado estratégico en la lucha contra la inmigración irregular

Francisco Martínez SERRANO ARCE

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Francisco Martínez (Madrid, 1975) sabe lo que sienten aquellos que, desde la esfera política, tienen que tomar medidas para contener la presión migratoria desde el continente africano, un problema que, por evidencias geográficas, toca de cerca a España desde siempre . Fue secretario de Estado de Seguridad entre 2013 y 2016 y por eso conoce de primera mano el acuerdo de 1992 entre España y Marruecos y también cómo acometer negociaciones con el reino marroquí.

-¿Cuántas veces se ha utilizado este acuerdo? ¿Es habitual?

-Se ha utilizado en alguna ocasión, pero es cierto que no siempre era fácil aplicarlo. Marruecos debe estar de acuerdo . Se activaba cuando llegaban inmigrantes a peñones o islotes españoles para evitar que las mafias emplearan estos puntos para introducir más fácilmente a inmigrantes ilegales.

-¿Y por qué cree que se ha podido aplicar en este caso concreto?

-Creo que la violencia empleada por los inmigrantes al saltar la valla ha podido tener algo que ver.

-Este acuerdo exige muchas garantías, como identificar perfectamente la nacionalidad, identidad y edad de los inmigrantes ¿Se puede todo eso en un solo día?

-Es un texto que simplifica los trámites, pero que no elimina las garantías. Las exigencias de documentación son las que comentas. ¿Si se ha podido realizar ese trámite en un momento tan breve? La situación es de urgencia extrema y supongo que se habrán desplegado los medios necesarios. Yo confío plenamente en el trabajo de la Policía e imagino que se habrán cumplimentado esos trámites.

-¿Qué impedimentos les ponía Marruecos a ustedes para no activar más habitualmente el acuerdo?

-Eran exigentes, aunque no reticentes. Eran exigentes para verificar que se cumplía todo el acuerdo. En el caso de los islotes y peñones, por ejemplo, fue determinante que Marruecos aceptase la vía del acuerdo de 1992 para devolver a los inmigrantes.

-¿Por qué no se aplica este acuerdo en el caso de las pateras?

-En el caso de las llegadas por mar es más difícil por varios motivos. Entre otros porque si entras asaltando la valla de Ceuta se sabe de donde vienes, pero si vienes en una patera, no está tan claro.

-En un día los 116 inmigrantes de Ceuta estaban de vuelta en Marruecos ¿Cuánto tiempo se tarda en realizar una devolución por la vía habitual? No es fácil identificar a estas personas.

-Depende. Para empezar, el procedimiento se tiene que ejecutar, como tarde, en seis meses porque si no, la orden de expulsión caduca y hay que volver a dictarla. Pero depende de cada caso. Hay en algunos supuestos en los que no se puede llegar a ejecutar por diversos motivos: por ejemplo, que se desconoce el país de origen de la persona y por ello la expulsión no es viable.

-¿Es acertado aplicar el acuerdo?

-Creo que estamos hablando de mecanismos que son demasiado tardíos. Cuando hablamos de devoluciones o expulsiones, estamos ante los últimos recursos del Gobierno en la lucha contra la inmigración irregular. Nosotros, por ejemplo, poníamos el acento en colaborar con Marruecos, Argelia o Senegal, los países de origen de los inmigrantes, para evitar que hubiera salidas y, por ende, cayucos o saltos a la valla.

-¿Cómo ve la política migratoria de este nuevo Gobierno?

-Lo que han hecho es una política de bandazos. Empezamos con una etapa de anuncios y fogonazos mediáticos de recogida de inmigrantes y ahora reconoce públicamente los dictados del ordenamiento legal, que dice que aquellos inmigrantes irregulares que no sean refugiados deben ser expulsados. No obstante, esto ya era así cuando llegó Sánchez. El Gobierno ha hecho una gestión migratoria nefasta.

-¿Estamos a merced de Marruecos, que es el país que tiene que dar luz verde a las devoluciones?

-Los acuerdos para posibilitar la expulsión de inmigrantes ilegales a terceros países son importantes. ¿Eso nos deja a expensas de la voluntad de un tercer país? Prefiero hacer otra lectura. Marruecos es un aliado estratégico y la cooperación con este país tiene que ser una prioridad de la política exterior, tanto en la lucha contra las organizaciones de trata de personas como en la protección de fronteras. Es una relación absolutamente prioritaria. Marruecos es un aliado estratégico y a los aliados que tenemos en temas de Seguridad hay que cuidarlos y dedicarles tiempo para profundizar en mecanismos comunes.

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