El fiscal general propone castigar la difamación porque «no puede salir gratis»
Sánchez Melgar recuerda que los corruptos que quieran colaborar con la justicia lo tienen que hacer «en el momento adecuado» y con pruebas
Una imputación sin pruebas, un castigo. El fiscal general del Estado, Julián Sánchez Melgar , ha defendido este jueves una reforma legal que castigue las imputaciones de delitos por parte de quien está inmerso en un proceso penal por corrupción.
Sin citar de forma expresa al exconsejero madrileño Francisco Granados , que el lunes acusó a la antigua cúpula del PP de Madrid de estar al tanto de la financiación ilegal del partido sin aportar una sola prueba, el fiscal general ha asegurado que las difamaciones no pueden quedar impunes.
«Las imputaciones se hacen con pruebas, no de forma gratuita. Las difamaciones tienen que ser castigadas con una sanción, porque afectan al honor de las personas», ha dicho Sánchez Melgar.
En un desayuno informativo organizado por Europa Press, el máximo representante del Ministerio Público ha recordado que la colaboración con la justicia por parte de un imputado por corrupción tiene que tener una recompensa en forma de atenuante siempre y cuando la información que aporte sea «relevante» y en el «momento adecuado». «Pero aquello que no es más que una estrategia defensiva no puede tener ningún valor», ha insistido.
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