La falta de una negociación que valore sus votos exaspera a Vox

La formación de Abascal mantiene que apoya el cambio pero quiere evitar que se entienda como un cheque en blanco

El líder de Vox, Santiago Abascal, en un acto de la campaña de las andaluzas Alberto Díaz / Vídeo: Casado pide no poner «cordones sanitarios» a VOX

J. J. Borrego

Vox apoyará el cambio de Gobierno en Andalucía aunque se tomará su tiempo para marcar distancia con el pacto suscrito por el PP y Ciudadanos en Navidad. Hará valer el apoyo de sus votos a la investidura tanto como su hecho diferencial sobre los puntos del acuerdo de Gobierno con los que está claramente en contra. Ya lo ha hecho exigiendo cambios en lo relativo a las leyes de Violencia de Género, generando incertidumbre y un aluvión de críticas y reacciones de todo tipo.

La cuestión es que, por ahora, el diálogo se reduce a las declaraciones y los mensajes en redes sociales. «No hay negociación de ningún tipo y... puede ir para largo... porque todo depende de hasta donde llegue el desprecio a Vox de los que aspiran a gobernar Andalucía», aseguran fuentes de la dirección de Vox.

La formación que preside Santiago Abascal reivindica su sitio en la negociación del cambio. «Desde la noche electoral Vox ha repetido que no será obstáculo para el cambio en Andalucía», recordaba ayer Abascal en sus mensajes en redes sociales. «Cuando la veleta vuelva a girar, nos encontrarán en el mismo sitio: dispuestos a apoyar un cambio real en Andalucía . Pero si mantienen su negativa a escuchar a 400.000 andaluces, tendrán que entender que nosotros, muy al contrario, somos incapaces de traicionar a nuestros votantes», añadía Abascal, para situar a Vox en la negociación y remarcar los principios incuestionables de su ideario, mientras demuestra a su electorado que el apoyo que preste a los partidos de centro derecha en la investidura no va a significar que Vox asuma el contenido del pacto.

Vox no quiere parecer el peón de los intereses de PPy Cs, quiere un reconocimiento, para que no se interprete que su apoyo a la investidura de Moreno es un cheque en blanco. Abascal insistía ayer en la oposición de Vox a las «leyes ideológicas», a sabiendas de que no se va modificar una coma del acuerdo del PPy Cs y que su exigencia de reforma de las leyes sobre violencia de género ha sido utilizada como ariete por el PSOE contra el cambio. Abascal denuncia que se ha manipulado la posición de Vox pero matizaba que lo que demanda es incluir en la ley a los hombres como víctimas y promover una ley contra la violencia intrafamiliar, «como defendía Ciudadanos en 2016». Al tiempo apuntaba otras materias sobre las que negociar, como la «reducción fiscal» o el «desmontaje de la administración paralela», ampliamente recogidas en el pacto de PP y Cs, o el «apoyo al mundo rural».

En Vox no quieren que les pase como al PP en el País Vasco cuando apoyó la investidura de Patxi López sin contraprestraciones. Por eso, en medio del cruce de declaraciones y sin negociaciones a la vista, siguen estudiando posibles escenarios, sin descartar que al final solo cuatro de sus doce diputados apoyen la investidura de Moreno para remarcar la debilidad del futuro gobierno andaluz, al que de inmediato harán oposición.

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