María Victoria Álvarez, en los juzgados de Barcelona
María Victoria Álvarez, en los juzgados de Barcelona - INÉS BAUCELLS
TRIBUNALES

La expareja de Pujol Ferrusola denuncia que la utilizó como «coartada» para cometer delitos

Victoria Álvarez, que ha pedido personarse como acusación particular en la Audiencia Nacional, dice que el primogénito de Jordi Pujol la usó para camuflar las idas y venidas a Andorra con billetes de 500 como «viajes de pareja»

Madrid Actualizado: Guardar
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María Victoria Álvarez, expareja de Jordi Pujol Ferrusola y denunciante de la trama corrupta, ha solicitado al juez José de la Mata personarse en la causa como acusación particular por la «manifiesta y continuada situación de peligro y riesgo durante casi tres años» a la que fue expuesta por el hijo mayor del expresidente catalán.

El escrito presentado por su abogado, Sebastián de Juan, sostiene que la relación sentimental pudo ser una tapadera aprovechada por Pujol Ferrusola para justificar sus frecuentes viajes a Andorra con dinero en efectivo: «Al parecer, cuando el Sr. Pujol Ferrusola hacía los reintegros en los bancos andorranos de cantidades de dinero para trasladarlos a España, se hacía acompañar por mi representada, aparentando así normalidad en lo que debía ser un viaje de pareja cuando en realidad estaba enmascarando uno de los varios viajes cuya finalidad principal parece ser que sería el transporte de dinero, engañando así a mi representada, exponiéndola a un enorme riesgo, y perjudicando directamente a su persona».

Así, Victoria Álvarez sospecha que el que fuera su pareja «aparentó esa relación como estructura que pretendía utilizar con carácter permanente y desde su constitución con el propósito de utilizarla para cometer hechos presuntamente delictivos».

El escrito presentado en el Juzgado de Instrucción número cinco de al Audiencia Nacional también incide en que «Junior» ofreció a su entonces pareja entrar en un negocio con él para implicarla en «sus actos ilícitos» y así protegerse ante una eventual denuncia: «Fue testigo de varias conversaciones telefónicas, en relación a cantidades de dinero radicadas en Andorra, así como presenció alguna reunión en la ciudad de Londres con el gestor fiduciario del Sr. Pujol coincidiendo en ese momento cuando le presionaron e intentaron convencer para hacerla partícipe de una empresa de telecomunicaciones bajo promesa de enormes beneficios, cuya finalidad real no era otra que atribuirle una coautoría en el desarrollo de sus actividades ilícitas de y poder evitar así cualquier posterior denuncia instada por ella».

Victoria Álvarez «rechazo de plano» esos negocios, según recoge el escrito, y terminó denunciando ante la Policía y ante el juez Pablo Ruz los viajes a Andorra con Pujol Ferrusola. En uno de ellos vio una mochila en el maletero del coche que contenía «una gran cantidad de billetes de 500 euros». Antes de decidirse a denunciar, la empresaria barcelonesa asegura que sufrió por parte de su ya expareja una situación de «constante acoso, un control continuo y desorbitante (...) hasta el punto de haber sido seguida y vigilada, noche y día, coincidiendo en el tiempo con la intercepción permanente de sus telecomunicaciones, y teniendo incluso que haber soportado un allanamiento y robo en el interior de su vivienda particular».

Estos sucesos, así como la presión derivada de su denuncia, que fue el origen de la investigación a todo el clan Pujol, «le está afectando considerablemente a su estado anímico y psicológico». Por este motivo, Victoria Álvarez ha solicitado al juez De la Mata que le permita personarse como acusación particular y así exigir a Jordi Pujol Ferrusola «una indemnización por daños morales».

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