El exgerente del PP: «Bárcenas seguía yendo a Génova porque se lo permitían»

Se desmarca del pormenor de las obras de la sede y reconoce su complemento salarial en B: «Bárcenas decidía cómo y cuándo se pagaba»

El exgerente del PP Cristóbal Páez en un momento de su declaración ABC

Isabel Vega

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El exgerente del Partido Popular Cristóbal Páez ha declarado este miércoles en la Audiencia Nacional que en 2010, cuando el extesorero del PP Luis Bárcenas había sido oficialmente despedido por el partido, «seguía yendo» a la sede de la calle Génova «porque se lo permitían», lo que le ocasionó problemas de los que dio cuenta personalmente a Mariano Rajoy, quien le pidió que «no le complicase la vida».

Según su relato, Bárcenas fue su jefe incluso cuando ya había sido apartado del partido, lo que le puso en una situación «muy incómoda» de «fuego cruzado» ya que oficialmente, la tesorería la había asumido la secretaria General, María Dolores de Cospedal pero el extesorero le «exigía» que le siguiese informando. «Él me dijo no despaches con ella y ella me dijo no despaches con él. Y eso fue el origen de todo lo que me pasó después. Pedí cita a Rajoy y me dijo que despachara con la secretaria general y cuando se lo dije a Bárcenas, se puso furioso», ha detallado.

Tuvo un episodio desagradable a continuación en el que Bárcenas llegó a arrojarle «un encendedor» en su despacho. «Yo tenía miedo, le veía desquiciado, es que me me dijo 'estás acabado' así que dije, yo no vuelvo porque este tío me mata. Hablé con la secretaria General y me dijo quédate tranquilo, quédate en casa, despachamos una vez por semana, ha añadido.

«Al cabo de un mes», Rajoy les reunió un día a las diez de la mañana y en aquella reunión, Páez le trasladó que no entendía cómo seguía Bárcenas «ejerciendo cuando dispara a todo el mundo y ya dimitió». «Y me dijo, 'deja que lo arregle, por qué no os ponéis de acuerdo, por qué no habláis.… ¿Y en qué nos vamos a poner de acuerdo?», ha comentado Páez.

El exgerente ha asegurado que Rajoy «lo dejó todo así como un poco en el aire y Bárcenas se levantó y se fue». Fueron veinte minutos de reunión. «A partir de ahí el presidente me dijo que no le complicase la vida que volviera, que iban a funcionar las cosas y tal. Y volví, pero Bárcenas seguía yendo porque le permitían que siguiera yendo. Y luego me enteré de que estuvo hasta el 2013, ojo, que yo me marché en 2010».

12.000 euros en B

Páez afronta año y medio de prisión por su presunta participación en el pago en B de un diez por ciento de la reforma de la sede de los 'populares' en Madrid. Durante su declaración, ha confirmado que recibió 12.000 euros en efectivo en dos sobres de 6.000 que le entregaron los responsables sucesivos de tesorería Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas en 2007 y 2008 para compensar las negativas que le venían dando en el partido a un aumento de sueldo.

«Me guardé el dinero, entre comillas, molesto porque no entraba en nómina, pero era un dinero que yo me había ganado honradamente y que me lo habían prometido », ha declarado.

No obstante, ha negado saber de dónde procedía aquel dinero y aunque le consta que había una caja fuerte en el despacho del extesorero, no conocía su gestión. Según ha descrito, Bárcenas no era una persona fácil al trato al que se pudiera llevar la contraria. «Cuando me nombran gerente le dije que quería conocer el presupuesto de la caja y el me dice, no te lo puedo dar porque me quedo sin funciones. Y dije 'bueno, vale'. Y nunca he tenido acceso », ha asegurado.

Sin embargo, estuvo cerca, conforme su relato, pues cuando estalló el caso Gürtel en 2009, Bárcenas le pidió que le guardase «una cosa» porque no quería que estuviese «al alcance de nadie» diciéndole que confiaba en él y ofreciéndose a enseñarle lo que había. Se trataba de un sobre con documentación «hasta 1996».

«Bárcenas lo tenía todo atado y bien atado»

Conforme ha declarado, como ya se venía publicando información sobre el extesorero, sospechó y le pidió que no le pusiera en ese compromiso. «No quiero saber lo que hay. Yo te lo guardo pero no me comprometas. Él, a pesar de todo lo sacó del sobre, me mostraba contratos facturas de gente que no me sonaba. Había unas hojas de cálculo, pero lo que vulgarmente se conoce como 'los papeles de Bárcenas', no lo vi», ha detallado.

Se desmarcaba así de la caja B confirmando lo que este martes declaró quien fuera su jefe, pues Bárcenas, ante la misma Sala, declaró que Páez ni conocía su existencia ni la mecánica de funcionamiento. Lo mismo en lo que respecta a las obras de la seda, pues él se ha descrito como un interlocutor entre el extesorero y los constructores sin poder decisorio ni conocimientos del pormenor.

« Quien decidía lo que se pagaba, cuándo y cómo era Bárcenas y por circunstancias, que él sabrá mejor que nadie, había etapas que no había dinero y se retrasaba el pago a proveedores pero a ningún proveedor se le debía tanto como a Unifica. Me llamaba Gonzalo (Urquijo, el constructor) y yo llamaba a Bárcenas y a veces decía que sí y a veces que no y yo lo trasladaba», ha explicado, para incidir en que el extesorero «lo tenía todo atado y bien atado». Por el camino, ha puesto en cuestión la autenticidad de algunas de sus firmas en los papeles de la obra.

Tras la declaración de Páez ha llegado el turno a la directora de aquella obra de reforma, la arquitecta de Unifica Laura Montero, para quien la Fiscalía Anticorrupción pide la libre absolución y que se encuentra en el banquillo por las acusaciones populares.

Ha asegurado que su cargo no conllevaba poder de decisión en materia financiera, desvinculándose así de los pagos de la obra y señalando que esa responsabilidad recaía sobre sus jefes, los acusados Gonzalo Urquijo y Belén García.

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