Entrevista a Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN

«Espero que todos cumplan con la promesa de invertir más en Defensa, también España»

La Alianza Atlántica celebra los días 11 y 12 en Bruselas una Cumbre en la que Trump exigirá a los 29 países aliados más inversión militar

Qué países integran la OTAN actualmente

Jens Stoltenberg, el martes durante la entrevista con ABC en el Palacio de La Moncloa DE SAN BERNARDO

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Al secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, le corresponde una difícil tarea estos días: que los 29 países miembros de la Alianza Atlántica lleguen lo más unidos posible a la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebra este miércoles y jueves en Bruselas.

No corren buenos tiempos para el atlantismo, que atraviesa una grave crisis por la guerra comercial, el desacuerdo en asuntos medioambientales o, algo tan sensible, como son las sanciones a Irán . También por las inversiones de los países europeos en defensa.

Stoltenberg recaló en Madrid el pasado martes para mantener su primer encuentro con el presidente Pedro Sánchez . Fue una comida de trabajo de tres horas en el Palacio de La Moncloa. El principal asunto sobre la mesa fue conocer de primera mano los planes del Ejecutivo socialista para aumentar progresivamente el presupuesto de Defensa hasta 2024.

Actualmente, España es el tercer país con menor presupuesto de defensa, según el porcentaje del PIB, con solo el 0,92 por ciento . El objetivo es que todos los países aliados alcancen el 2 por ciento dentro de seis años.

El secretario general de la OTAN recibe a ABC en el edificio Portavoz de La Moncloa, donde el departamento de comunicación de Presidencia del Gobierno ha facilitado amablemente una sala para la entrevista.

¿Qué asuntos trató con el presidente Pedro Sánchez?

Hemos conversado sobre la importancia de la próxima Cumbre, donde mostraremos la unidad trasatlántica y determinación. A pesar de las diferencias existentes en asuntos como el comercio o el acuerdo climático, estamos dispuestos a unirnos para protegernos y defendernos unos a otros.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha enviado cartas a los Gobiernos de la OTAN, entre ellos el español, demandándoles más inversiones en defensa. ¿Cree que estas misivas condicionarán la Cumbre de Bruselas?

El denominado «reparto de la carga justo» entre los aliados de la OTAN será un asunto crucial que abordaremos, sin duda. Todos los países aliados prometieron en la Cumbre de Cardiff de 2014 frenar los recortes en defensa e incrementar los presupuestos. La buena noticia es que todos los aliados han cesado en los recortes presupuestarios de defensa y han empezado a incrementarlo. También España. Pero al mismo tiempo, todavía tenemos un largo camino que recorrer: tenemos que invertir más porque vivimos en un mundo más impredecible, con nuevas amenazas y desafíos. Comprendo que todos los políticos prefieran invertir en educación, sanidad e infraestructuras. Cuando yo era ministro de Finanzas de Noruega, en los años noventa, fui responsable de reducir el gasto de defensa en mi país porque las tensiones disminuían con el fin de la Guerra Fría. El problema regresa cuando las tensiones crecen, como es el caso ahora, y no aumentamos esas inversiones. Tenemos una Rusia más desafiante, el terrorismo o la inestabilidad en Oriente Próximo y Norte de África.

El anterior Gobierno español se comprometió a alcanzar un gasto de defensa de al menos un 1,5 por ciento del PIB en 2024, aún lejos del 2 por ciento al que se comprometieron los países. ¿Presentará el Ejecutivo de Pedro Sánchez un plan realista para alcanzar ese objetivo en 2024?

Espero que todos los aliados cumplan con la promesa que realizaron en 2014, también España, claro. Hay que decir que España frenó los recortes y empezó a incrementar el presupuesto.

Pero la aportación a la OTAN no solo es una cuestión de dinero…

Efectivamente, las aportaciones a la OTAN no son sólo un asunto de dinero, también de capacidades y contribución a las operaciones militares [son las tres «c» de la OTAN: «cash», «capabilities» y «contribution»]. Y España contribuye mucho a las misiones con fuerzas en Letonia, con misiones de Policía Aérea en la región báltica, con adiestramiento en Afganistán e Irak, con una unidad de misiles Patriot en Turquía, grupos navales... Agradecemos a España la contribución que realiza a la seguridad con estas misiones.

España también cuenta con la aportación de Rota como base de los cuatro destructores estadounidenses desplegados para el conocido como «escudo antimisiles»…

Agradecemos que España sea sede de los buques estadounidenses en Rota, equipados con su sistema de combate Aegis. Esta es una contribución importante, y permite a la OTAN protegerse contra la creciente amenaza de los misiles balísticos y fortalecer nuestra presencia marítima desde el Mediterráneo hasta el Mar Negro.

Entonces, ¿es EE.UU. el gran financiador de la defensa europea?

EE.UU. es muy importante para la seguridad europea. No hay modo de tener seguridad y paz sin el vínculo trasatlántico. El PIB de EE.UU. es tan grande como el PIB de los países europeos de la OTAN, pero EE.UU. invierte más del doble que esos países europeos en defensa.

¿Qué medidas se tomarán en la Cumbre para reforzar la seguridad en el Sur?

La OTAN está ya enfrentándose a las amenazas provenientes del Sur. Tenemos presencia en el Mediterráneo, ayudando a encarar la crisis migratoria. Tenemos aviones y buques apoyando a la Operación Sophia de la UE. También ayudamos a que se cumpla el acuerdo entre la UE y Turquía. Ayudamos a las fuerzas de Irak a estabilizar su país y para que Daesh no regrese. Estamos listos para ofrecer apoyo a Jordania y Túnez, y también a Libia para reconstruir sus instituciones en defensa.

¿Le preocupa la creciente actividad militar de Rusia en el Mediterráneo?

En los últimos años hemos presenciado cómo Rusia ha invertido en modernizar su equipamiento militar, que ha sido usado en Siria. Rusia tiene asimismo una presencia significante en allí y apoya al régimen de Assad, responsable del uso de armas químicas contra su propia población. Es una razón más para que la OTAN se adapte.

¿Qué valoración hace de la Cooperación Estructurada de Defensa (Pesco) lanzada por la UE o la reciente Iniciativa Europea de Intervención auspiciada por el presidente francés, Emmanuel Macron?

Damos la bienvenida a estos esfuerzos de Europa. Pueden ayudar a desarrollar nuevas capacidades, a ayudar al reparto de la carga en la Alianza y a incrementar las inversiones en defensa. Habiendo dicho esto, es importante que los esfuerzos de la UE en defensa no dupliquen o compitan con la OTAN. Los líderes europeos han dejado claro que esto no es una alternativa a la OTAN sino un refuerzo del pilar de defensa y seguridad de la UE.

DE SAN BERNARDO

¿Tendrá el Brexit un impacto en la OTAN?

El Brexit no cambia nada respecto a la OTAN. Eso sí, la OTAN será una plataforma única para traer a un foro común a los 29 países aliados. Además, tras el Brexit, el 80 por ciento del gasto en defensa vendrá de aliados que no pertenecen a la UE. Se hará más importante la colaboración entre la OTAN y la UE, por ello en la Cumbre de Bruselas firmaremos una declaración conjunta con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, para seguir reforzando nuestra alianza de cooperación con la UE.

Además del asunto de la inversión del 2 por ciento del PIB en defensa, ¿qué podemos esperar de la Cumbre de Bruselas?

Habrá importantes decisiones para mejorar la agilidad y disponibilidad de las fuerzas militares en Europa; sobre lucha contra el terrorismo, lanzaremos dos iniciativas de apoyo a las capacidades de Jordania y Túnez; se adaptará la estructura de mandos de la Alianza con un nuevo mando atlántico en Norfolk (Virginia, EE.UU.) y otro mando de apoyo logístico en Ulm (Alemania); también se adoptarán decisiones en materia de ciberdefensa. Todo esto demuestra que la OTAN se adapta; cuando el mundo cambia, la OTAN cambia.

¿Cuáles son las principales amenazas a las que se enfrenta la OTAN?

El principal desafío es que existen muchas amenazas al mismo tiempo. Durante la Guerra Fría teníamos la URSS. Ahora ni la Unión Soviética ni el Pacto de Varsovia existen ya, pero tenemos una Rusia más autoritaria que usa la fuerza en Ucrania, tenemos inestabilidad en Oriente Próximo y el Norte de África, ciberataques, la proliferación de armas nucleares en Corea del Norte… Es la combinación de todas estas amenazas lo que hace que vivamos en un mundo más impredecible.

¿La reunión entre Trump y Putin el 16 de julio en Helsinki ayudará a la distensión entre la OTAN y Rusia?

Creo firmemente en el diálogo con Rusia, nuestro vecino. No queremos una nueva Guerra Fría, queremos una relación mejor con Rusia. Deseamos más transparencia en los ejercicios para evitar malentendidos como el que sucedió con el derribo de un avión ruso por parte de la fuerza turca en 2015. Queremos mejorar la relación pero al mismo tiempo debemos tratar con el difícil momento que atravesamos ahora, sobre todo tras la anexión ilegal en Ucrania.

¿Cómo va la lucha contra el yihadismo?

Debemos comprender que es una batalla de generaciones. La OTAN juega su papel militar en Afganistán o Irak. También trabajaremos con Jordania y Túnez para mantenerlos como países estables. Pero la lucha contra el terrorismo no solo debe hacerse en términos militares, también en nuestras propias ciudades y vecindarios, donde el terrorismo ha arraigado. La escuela, los trabajadores sociales, la policía, la inteligencia o el control de fronteras son otros actores necesarios.

Usted es de Noruega, ¿teme que el Ártico se convierta en el próximo escenario de tensión con Rusia?

Solemos decir «High North, low tensions» (traducción al inglés de «Polo Norte, bajas tensiones»)… espero que podamos seguir diciendo esto. Al mismo tiempo, hemos visto cómo Rusia ha incrementado su presencia militar en el Ártico con más capacidades navales, más submarinos, más ejercicios y eso es una razón para que la OTAN se adapte. No vamos a imitar a Rusia avión por avión o submarino por submarino, pero estamos adaptando nuestras fuerzas y capacidades para facilitar una creíble disuasión. Una OTAN fuerte es necesaria no para provocar un conflicto pero sí para evitar el conflicto. La OTAN proporciona una gran disuasión. Hemos tenido éxito en evitar ataques y preservar la paz durante 70 años, como dice el adagio latino: «Si vis pacem, para bellum» (si quieres la paz, estate preparado para la guerra).

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