Según el último informe de la ONU la producción alimentaria es la reponsable del 37 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero y gran parte de ese daño se podria evitar porque el 30% de la comida que producimos acaba en la basura. Es cierto que el consumo de carne en España se ha reducido en seis años un 12% pero seguimos comiendo demasiada proteina. Cada persona ingirió el año pasado 33 kilos de carne, algo más de 600 gramos por semana. Si queremos cuidarnos y cuidar el medio ambiente habría que reducir esa ingesta a la mitad.
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