España retrocede posiciones en el índice de democracias del mundo
Según «The Economist», el deterioro mundial se explica no solo por el recorte de libertades ante la pandemia, también por el «fracaso en la rendición de cuentas»
El estallido de la pandemia y las fuertes restricciones a las libertades individuales para intentar atajar al «bicho» han pasado factura a la calidad de las democracias de todo el mundo , según el índice que cada año elabora la revista británica «The Economist» . España permanece dentro de las 23 democracias «plenas», aunque su nota ha empeorado ligeramente y le ha hecho retroceder seis posciones entre los países ejemplares, hasta el número 22 .
Nuestro país obtuvo en 2020 un 8,12 de nota media sobre 10 . La categoría peor valorada es el «funcionamiento del gobierno» (7,14), mientras que la mejor puntuación se la lleva nuestro «proceso electoral y pluralismo» (9,58). El año anterior, España se situó en el puesto 16 con un índice del 8,18, según se apresuró a celebrar la secretaría de Estado «España Global» que entonces dirigía Irene Lozano, hoy al frente del Consejo Superior de Deportes.
Noruega , con un índice del 9,81 lidera el «ranking» que engloba a 167 países del mundo. Es llamativo que Francia (24), Italia, Portugal (26) y Estados Unidos no pertenecen al club de los mejores , sino que son considerados «democracias defectuosas». Asia incorpora al club vip tres nuevas democracias «plenas»: Japón (21), Corea del Sur (23) y Taiwán (11). Corea del Norte, con un 1,08, es el farolillo rojo de la lista, que cierran los «regímenes autoritarios».
Según destaca «The Economist», la puntuación media de las democracias del mundo es la peor desde que la publicación elabora este índice , en 2006. «En 2020, los ciudadanos de todo el mundo experimentaron el mayor retroceso de las libertades individuales jamás vividos por los gobierno sen tiempo de paz (e incluso en tiempo de guerra)», señala la revista.
En toda la región de Europa occidental se registra una bajada de la puntuación en la categoría de «libertades civiles» , así como en la valoración de los gobiernos. Pero no solo han hecho mella las estrictas medidas de confinamiento y restricciones de movilidad. El informe señala expresamente como «asuntos graves» los «ataques a la libertad de expresión y los fracasos de la rendición de cuentas».
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