Seguridad

La España despoblada de guardias civiles

Tras décadas de éxodo rural y de cierre de cuarteles, la vigilancia del territorio es un problema creciente

Roberto Pérez

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España tiene un problema de infradotación de las plantillas de los cuerpos de seguridad, pero a él se añade otro más, el de distribución territorial de los efectivos disponibles. Según los datos oficiales del Ministerio del Interior desvelados en los últimos días por ABC, en España hay un déficit de casi 30.000 policías nacionales y guardias civiles . Y, en el caso de la Guardia Civil, ese déficit se traduce en dificultades para vigilar el territorio . Los paganos son los pequeños municipios y las provincias más despobladas de España. Seguridad y despoblación se combinan en un círculo vicioso.

En el caso concreto de la Guardia Civil, su plantilla oficial indica que debería contar con 85.300 efectivos, pero en realidad apenas cuenta con 78.000 , y eso que en la cifra se incluyen 4.000 que o bien son alumnos en prácticas o son agentes que, por edad, han pasado ya a la situación de reserva y ejercen funciones auxiliares -no participan plenamente en operativos-.

La Guardia Civil tiene entre sus funciones esenciales la vigilancia del medio rural. Es el cuerpo encargado de la seguridad del territorio. Por eso, para analizar la situación, el parámetro más representativo es el número de agentes por kilómetro cuadrado. El resultado, hoy por hoy, es poco alentador . Descontando los efectivos que hay destinados en servicios centrales, quedan 51.000 guardias civiles repartidos en 500.000 kilómetros cuadrados, con más de 8.000 municipios -la gran mayoría de ellos de pequeño tamaño-.

Desde finales de los años 80 se fue produciendo de forma acusada un paulatino cierre de cuarteles y puestos de la Guardia Civil en el medio rural . Ese repliegue se explicó oficialmente por la pérdida de habitantes que se había producido y que se seguía produciendo en el medio rural. Con el argumento de la despoblación, el territorio se fue quedando cada vez con menos agentes para vigilarlo. En los últimos años, la alternativa han sido los equipos Roca, unidades conformadas en el seno de la Guardia Civil para encargarse específicamente de vigilar el medio rural.

Apenas un agente para 25 km2

Hoy por hoy, de media, España sale a una tasa teórica de un guardia civil por cada 25 kilómetros cuadrados . Y eso contando como cifra de referencia los 51.000 agentes que hay destinados en las distintas unidades, fuera de los servicios centrales. Pero hay que tener en cuenta que, en realidad, los encargados de seguridad son muchos menos: habría que descontar los que están asignados a otras funciones, por ejemplo los adscritos a Tráfico.

El resultado es una gran extensión de territorio, con población dispersa en pequeños municipios, con escasez de efectivos de seguridad. Alcaldes y agricultores llevan años quejándose de ello. Y en las áreas rurales se advierte que la seguridad -o la sensación de inseguridad- es también un factor decisivo en la ola de despoblación que azota a la mayor parte del territorio español desde hace décadas.

Con los datos oficiales en la mano, la conclusión es nítida: la España más afectada por la despoblación es también la menos vigilada , la que tiene menos efectivos de la Benemérita. Lérida es la que cuenta con menos guardias civiles por kilómetro cuadrado, pero hay que tener en cuenta que este caso no es del todo representativo porque Cataluña cuenta con su propio cuerpo policial, los Mossos.

Excluyendo, por tanto, los territorios que tienen policía autonómica, las provincias menos vigiladas son, por este orden, Teruel, Cuenca y Soria, paradigmática porción de la España despoblada . En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, salen casi a un guardia civil por kilómetro cuadrado -la tasa es exactamente de 0,84-; en Teruel y en Cuenca, 0,4; en Soria y Albacete , 0,5; en Guadalajara, Ciudad Real, Burgos, Cáceres, Huesca, Salamanca y Zamora , la tasa de guardias civiles por kilómetro cuadrado es de 0,6.

Ceuta y Melilla, en máximos

En el extremo opuesto, por motivos operativos obvios de frontera y enclave geográfico, se encuentran Ceuta y Melilla. Ningún otro territorio español concentra tantos guardias civiles en tan poca superficie .

En Melilla, donde hay destinados 625 efectivos, salen a 48 agentes por kilómetro cuadrado; en Ceuta, con 585 guardias civiles destacados, la media es de 31 agentes por kilómetro cuadrado.

Si el análisis se hace por municipios, el problema aflora de forma similar. En una quincena de provincias la media no sale ni a cuatro agentes por municipio. Y hay que tener en cuenta, como se ha apuntado, que el dato utilizado para el cálculo computa agentes que no están destinados a seguridad o vigilancia sobre el terreno. Además, esas medias -tanto la de agentes por municipio como la de agentes por kilómetro cuadrado- son teóricas, porque en la práctica hay que contar los turnos, las vacaciones, los días de libranza... Así que la tasa real de efectivos operativos se hunde todavía más , y la España despoblada es la que sale peor parada.

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