Íñigo Errejón junto a sus principales colaboradores en un acto ayer en Valencia
Íñigo Errejón junto a sus principales colaboradores en un acto ayer en Valencia - EFE

Los errejonistas concentran sus mayores opciones en la votación de los documentos político y organizativo

Iglesias y sus fieles insisten en que dejarían sus puestos si gana Errejón

Madrid Actualizado: Guardar
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El intento de Íñigo Errejón por que la asamblea ciudadana de Podemos no se convierta en un plebiscito sobre la figura de Pablo Iglesias no ha surtido efecto, y en la recta final de la campaña el debate gira en torno a si Iglesias continuará o no al frente del partido, pese a que revalidará sin problemas su cargo en la elección a la secretaría general.

Ayer, Iglesias redobló su advertencia de que abandonaría el cargo si no tenía mayoría en la dirección y puso encima de la mesa la posibilidad de dejar también su escaño en el Congreso de los Diputados.

«Desde luego, dejaría la Secretaría General, lo del escaño lo hablaría con los compañeros, pero puede que sí, porque yo creo que cuando uno deja el liderazgo de un partido tiene que evitar hacer sombra a nadie», señaló en una entrevista en Telecinco.

Más de 100.000 inscritos

Sus afines aseguran que no se trata (solo) de una estrategia de campaña, y que algunos de ellos le acompañarán en ese paso al lado. Ponía voz a esa advertencia Ramón Espinar, recién elegido secretario general en la Comunidad de Madrid pero también portavoz en la Cámara Alta: «Si gana la lista de Errejón yo no seré portavoz en el Senado».

En el día de ayer, más de 100.000 inscritos habían participado ya en el proceso interno de Podemos. Y ese es el argumento que utilizó ayer Errejón para tratar de anular el órdago de Iglesias, para que no toda la votación gire en torno a su persona. « Creo que va a prevalecer la responsabilidad, que va a aceptar ese mandato y la responsabilidad que muchos le pedimos, sin que eso interfiera en las discusiones de rumbo y compañeros que nos debemos».

Con la votación del secretario general resuelta, la primera clave está en la elección de los 62 miembros del consejo ciudadano, donde Errejón lidera una candidatura e Iglesias decidió sorpresivamente hacer lo mismo con la de su equipo. Esta será la primera votación clave, ya que si Iglesias no logra controlar la mayoría de la dirección se irá: «Alguien que está en minoría no puede liderar el partido. Ya lo vimos en el PSOE. Eso no funciona».

En cualquier caso, el líder de Podemos está convencido de su victoria: «Yo creo que voy a ganar, pero en política uno no se tiene que agarrar al sillón». Al preguntarle sobre qué sucedería si el resultado es muy estrecho, Iglesias ha reconocido que el sistema, que no es el que él defendió, tiene sesgo mayoritario: «Es muy difícil que la moneda caiga de canto, creo que inequívocamente a nuestro favor».

En el equipo de Iglesias están convencidos de ello. Mientras que los errejonistas reconocen que con Iglesias liderando la candidatura al consejo, y con el sesgo mayoritario, tienen complicada ganar ese duelo. «Somos competitivos en las diferentes votaciones, pero es cierto que al ser un sistema tan mayoritario es más difícil quizás la elección al consejo», relatan desde la candidatura de Errejón.

La lectura de los resultados será compleja, porque Iglesias podría tener mayoría en la dirección pero ceder ante las tesis errejonistas en las votaciones de los documentos, especialmente los textos político y organizativo. «Los documentos son clave». Un escenario así significaría un reparto de fuerzas claro en la organización, y dificultarían la gestión del día después.

En la recta final de la campaña las diferencias se han hecho más visibles. En la tarde de ayer ni siquiera había acuerdo en el equipo técnico respecto a la organización del evento, incluso en la cuestión de si Iglesias podría intervenir el sábado como secretario general saliente.

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