Un hombre supervisa los destrozos del ataque talibán a la Embajada de España en Kabul (Afganistán)
Un hombre supervisa los destrozos del ataque talibán a la Embajada de España en Kabul (Afganistán) - EFE

La Embajada en Kabul sigue abierta a pesar del ataque talibán

Los policías recién llegados duermen en el cuartel de los militares españoles

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Embajada de España en Afganistán continúa abierta y en funcionamiento, a pesar del brutal ataque talibán sufrido el pasado viernes, que se prolongó durante más de doce horas y que costó a la vida a dos policías españoles. El complejo, que consta de tres edificios, quedó seriamente dañado pero tanto el embajador, que ya está incorporado a su puesto, como el encargado de negocios siguen trabajando en el único de los tres inmuebles que no sufrió daños severos, en el que además están las oficinas.

El director general del Servicio Exterior del Ministerio de Asuntos Exteriores, Enrique Ruiz Molero, viajó a Kabul en el mismo avión que llevaba a los policías españoles que ahora se van a encargar de la seguridad en la legación, y en el que fueron repatriados los restos mortales de las dos víctimas, junto al resto de sus compañeros de servicio en el momento del ataque.

Ruiz Molero evaluó el estado en que quedó la embajada y si podía seguir en funcionamiento. Hecho el análisis pertinente, se decidió seguir adelante con el trabajo en este edificio.

Jefe de seguridad

También viajó a Kabul con el grupo el jefe de seguridad del Ministerio, en este caso para supervisar y montar el dispositivo de protección en la legación. Al contrario que el director general de Seguridad Exterior, éste aún permanece en la capital afgana. Existe preocupación porque el muro de protección de la legación aún está muy dañado. En estas condiciones, agentes afganos y tropas norteamericanas colaboran en la seguridad exterior del recinto para evitar nuevas incursiones terroristas.

Lo que no se puede hacer aún es vivir dentro de la embajada española en Kabul. Por ello, los policías nacionales que la custodian duermen en el cuartel utilizado por las tropas españolas, mientras que, al parecer, el encargado de negocios lo hace en la residencia del embajador.

Mientras, continúan sobre el terreno las investigaciones para aclarar todas las circunstancias del salvaje atentado del pasado viernes. De las pesquisas se encargan las autoridades afganas, que cuentan con la colaboración de las tropas norteamericanas.

Algunas fuentes no oficiales afirman que el grupo terrorista estaba formado por siete individuos: el suicida del coche bomba que estrelló contra la puerta de la embajada, cuatro más que murieron en la refriega posterior y otros dos que habrían sido detenidos. No obstante, estas informaciones son tomadas con cautela.

Ayer se practicaron en Madrid las autopsias de los cadáveres, cuyos resultados no habían trascendido anoche. Al menos uno de los agentes, el que fue rescatado aún con vida, habría muerto tiroteado si bien no se descarta que hubiera sufrido también los efectos de alguna explosión.

Trabajo heróico

Los testimonios de sus compañeros, cuyo trabajo eficaz permitió salvar vidas, van a ser muy importantes a la hora de conocer exactamente cómo se produjeron los hechos.

El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, aseguró que, analizada la situación tras los atentados de Kabul, no se ha considerado necesario elevar la alerta antiterrorista al nivel 5, el máximo posible. «Un nivel cinco sería excesivo, porque implica un atentado inminente y ahora mismo no nos encontramos en esa situación», afirmó. Cabe añadir que los talibanes han asegurado en dos ocasiones que su objetivo no era la legación diplomática, sino la casa de huéspedes que hay en su recinto, a la que consideraban un nido de espías.

Francisco Martínez hizo hincapié también en el peligro del aparato propagandístico de Daesh y recalcó que «nunca ninguna organización terrorista había tenido un aparato de comunicación tan eficaz». «El grupo terrorista Daesh -añadió- cuenta con 75.000 cuentas de Twitter y a través de ellas en los últimos dos años ya han difundido más de mil vídeos, de los cuales un 16 por ciento muestran ejecuciones de personas».

Ver los comentarios