Dastis renueva la diplomacia española con el nombramiento de 30 embajadores

La mayoría ocupan puestos que no fueron cubiertos el pasado año por el bloqueo político

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El Consejo de Ministros ha nombrado en los cinco meses del último Gobierno de Mariano Rajoy a 29 nuevos embajadores, algunos en lugares tan importantes para España como Washington, Londres, Berlín, Moscú, Roma, la Representación Permanente ante la Unión Europea, La Habana o Caracas.

La mayoría de los elegidos ocupan puestos que debían haber sido cubiertos a lo largo de 2016, pero que no lo fueron por encontrarse el Gobierno en funciones durante más de doce meses a causa de las sucesivas elecciones generales. Eso hizo que los titulares de las embajadas siguieran en sus puestos durante más tiempo del inicialmente previsto y, en algunos casos, después de haber alcanzado la edad de jubilación.

Desde septiembre de 2015 no se producía ningún nombramiento, a pesar de que la entrada en funcionamiento del nuevo Reglamento de la Carrera Diplomática establecía una serie de plazos para proceder a los relevos.

Así que, cuando Alfonso Dastis se hizo cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores, a comienzos de noviembre del pasado año, se encontró, entre otras tareas, con la de renovar nada menos que un total de 72 embajadas, que es, en torno al 60 por ciento de las misiones diplomáticas con que España cuenta ante 118 países y once organismos internacionales. Además, como consecuencia de algunos nombramientos para altos cargos de Exteriores o de La Moncloa quedaron vacantes varias embajadas más como la de Estonia o Suiza.

Cambios en cascada

El primer cambio vino obligado, precisamente, por la vacante que Dastis dejó en Bruselas, donde era el representante permanente de España ante al UE. Su puesto fue cubierto rápidamente por Pablo García-Berdoy, que estaba de embajador en Alemania. A su vez, este fue sustituido en Berlín pocas semanas después por María Victoria Morera, ex directora general de Relaciones Bilaterales con los Países de la UE y candidatos. Se cubrían así dos importantes destinos en un momento de incertidumbre en la UE.

La forzada dimisión como embajador en Londres de Federico Trillo «por el caso Yak 42» -aunque ya estaba previsto su cambio- llevó al Ejecutivo a nombrar para ese puesto, en un corto espacio de tiempo, a Carlos Bastarreche, tal vez pensando en la utilidad de su experiencia como antiguo embajador ante la UE para afrontar el Brexit.

Otros puestos de relieve han sido ya cubiertos, como los de Moscú y Roma, a donde han ido respectivamente Ignacio Ybáñez y Jesús Gracia, que fueron los secretarios de Estado de Asuntos Exteriores y de Iberoamérica con José Manuel García-Margallo. Varios altos cargos del anterior ministro de Exteriores han pasado a ocupar embajadas de relieve o podrían hacerlo en breve. Uno de ellos es Juan José Buitrago, que fue su jefe de gabinete en los últimos años, y que recientemente fue nombrado embajador en Cuba. Por su parte, Pablo Gómez de Olea, que era director general de Iberoamérica, es hoy embajador en Colombia; Manuel Gómez-Acebo, que fue director general del Magreb, África, Mediterráneo y Oriente Próximo, dirige la Embajada en Israel; Cecilia Yuste, que era la directora general de la Oficina de Información Diplomática, hoy es embajadora en Bélgica; y Alejandro Abellán, que era director general de Asuntos Generales de la UE, está al frente de la la Embajada en República Dominicana.

Hasta el momento, el único embajador no diplomático nombrado por el actual Gobierno ha sido el exministro de Defensa Pedro Morenés, de quien se ha pensado que su experiencia en asuntos militares podría ser útil con la Administración de Trump.

Dastis ha recuperado también a algunos diplomáticos que habían pasado a ocupar puestos de responsabilidad en empresas. Además del caso de Bastarreche, que era responsable de Relaciones Institucionales en Airbús, está el de Jesús Silva, que era presidente de Ineco y a quien se ha encomendado la delicada tarea de ser embajador en Venezuela; o el de José Ramón Barañano, que realizó actividades empresariales en los últimos años y se ha hecho cargo de la embajada en India.

Quedan aún pendientes varios nombramientos de los que tenían que haberse producido en 2016, pero ya se conoce con bastante seguridad quienes serán los nuevos embajadores, salvo que haya cambios de última hora, algo que no es extraño que suceda. Fuentes solventes consultadas por ABC indican que Enrique Ruiz Molero, hasta ahora director general del Servicio Exterior, iría de embajador a Canadá; Cristóbal Valdés, director general de Asuntos Consulares, a la Organización de Estado Americanos (OEA); Javier Sangro, director general de Relaciones Económicas Internacionales, a Uruguay; Carlos Fernández-Arias, jefe del Gabinete del subsecretario de Exteriores a Sudáfrica; Fernando Villalonga, a Brasil; Arantxa Bañón, a Jordania; Enrique Ojeda a Bolivia; Manuel de la Cámara, a Finlandia; Antonio Álvarez-Barthe, a Emiratos Árabes Unidos; José María Ferré, al Líbano; Emilio de Miguel, a Tailandia; y Manuel Hernández Ruigómez, a Angola; Federico Torres, a El Salvador; Javier Carbajosa, a Trinidad y Tobago; y Manuel Acerete, al Comité Político y de Seguridad (COPS) de la UE.

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