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Patrick Nogueria, presunto asesino de una familia en Pioz (Guadalajara)

Crimen de Pioz: «Mi familia no sabía que Patrick se iba a entregar; él tiene miedo»

La Guardia Civil enfrenta al acusado de los crímenes a pruebas «irrefutables»

Madrid Actualizado: Guardar
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«Mi familia no sabía que Patrick se iba a entregar. Tiene miedo de la cárcel brasileña; esa es la razón porque él dijo a todos allí que era inocente». Walfran Nogueira habla de su familia consciente de que está dividida, probablemente para siempre, por un cuchillo certero y una ristra de mentiras. Su madre y la hermana más próxima, abuela y tías de Patrick respectivamente, ignoraban que el presunto asesino de sus tíos y sus primos iba a volar a Madrid el miércoles para que la Guardia Civil lo esposara.

En ocho meses Patrick Nogueira, 19 años, niño mimado y narciso, con un alto concepto de sí mismo y antecedentes por apuñalar a su profesor, ha viajado a Madrid dos veces: la primera para cumplir su sueño de futbolista; la segunda para enfrentarse a las pruebas de su crueldad y al castigo.

Sea el que sea, hoy será puesto a disposición judicial después de pasar 48 horas con los investigadores. Sabe él y sabe su familia que la pena será más llevadera en cualquier centro penitenciario español que en un penal brasileño. Y esa razón ha tenido un peso fundamental.

La Guardia Civil que ayer le trasladó desde sus dependencias en Barajas hasta la Comandancia de Guadalajara, escoltado, no ha revelado sus convincentes argumentos, esgrimidos primero en persona y luego por teléfono a Jana Nogueira, hermana del presunto asesino. Ella, abogada y dentista, subió a un avión el 10 de octubre con un letrado brasileño y se plantó en Madrid para conocer qué tenían contra su díscolo hermano menor, que se proclamaba inocente pese a las acusaciones que ventilaba la Prensa. Jana y el abogado regresaron a finales de la semana pasada a casa. Ella, hundida. Les contaron dónde había ADN de Patrick en la escena del crimen; cómo su teléfono estaba en Pioz a las horas en que se cometió la carnicería, cómo su abono transporte había registrado el viaje en autobús, las huellas halladas (incluso en un cuchillo) y las que faltan por acotar. Uno de los agentes de la UCO siguió llamándola al móvil, cargándola de razones para que el chico se entregara en lugar de afrontar un proceso allí con todas las desventajas del durante y del después.

Sin incinerar

El miércoles se consumó la operación, atípica pero exitosa. Patrick viajó solo en un avión comercial compartiendo vuelo con pasajeros ajenos al acompañante. No ha trascendido si ha admitido los hechos ante los investigadores con los que va a pasar en torno a 48 horas hasta que quede a disposición del juez instructor. Es llamativo que después de la implicación de su familia le asista un abogado de oficio, si bien todo apunta a que están buscando a alguien de confianza y prestigio en Madrid. Hoy el magistrado decidirá casi con seguridad su ingreso en prisión. Ya acordó la entrega de los cuerpos de las cuatro víctimas que podrían ser incineradas la semana próxima. Si la defensa no se opone, claro. No se descarta que puedan solicitar una nueva autopsia.

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