Cosidó visita el CIE de Barcelona en pleno pulso de Colau con Interior

Coincidiendo con la reapertura hace dos semanas del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barcelona, y un día después de que el juez negara al Ayuntamiento de Barcelona poder inspeccionarlo, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, visitó ayer la instalación, que defendió como «una de las herramientas fundamentales» de la política de inmigración.

La visita se produjo por sorpresa y es difícil de separar del pulso que la alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau, mantiene con el Ministerio del Interior desde que intentó a principios de julio ordenar el cierre del CIE aprovechando que el edificio se encontraba en obras y a pesar de que la Administración local no tiene competencias.

Según la primera edil barcelonesa, en estos centros se produce la «vulneración de derechos fundamentales».

Con este argumento, su Ayuntamiento ha amenazado también con precintarlo invocando la supuesta falta de una licencia de actividad, asunto que el juez no dio por válido el pasado miércoles.

Lejos de esos ataques del que el CIE está siendo objeto, Ignacio Cosidó recordó ayer que estas instalaciones cumplen con una función, «la medida de internamiento», siempre decidida por la autoridad judicial y que -explicó- «resulta imprescindible para los llegados en embarcaciones por puestos no habilitados, ya que en un primer momento se desconoce su identidad y nacionalidad».

En este sentido, el director general de la Policía indicó que la mejora de los criterios de evaluación de la necesidad del internamiento y la cooperación policial con los países de origen y tránsito de la inmigración irregular han permitido que el número de reclusiones en estos lugares se haya reducido a la mitad en cinco años. En concreto, y según un comunicado remitido ayer por el Ministerio del Interior, han pasado de 13.241 personas internadas en 2011 a las 6.390 que lo hicieron en 2015.

La nota añade que en el primer semestre de este año el número de internos ha sido de 3.395, resultado de una una progresiva reducción. Así, en 2011 se produjeron 13.241 internamientos, en el año 2012 fueron 11.325, en 2013 un total de 9.020; en 2014 bajaron a 7.286 y en 2015, a 6.930.

En total, España cuenta con siete Centros de Internamiento de Extranjeros activos que reúnen 1.472 plazas, de las que 1.300 son para hombres y 172 para mujeres. La ocupación media se situó así el año pasado en un 35 por ciento y la duración promedio de los internamientos fue de 24 días, cuando el máximo que permite la ley son 60, conforme explica Interior.

Cosidó indicó también que el año pasado llegaron 16.851 personas por vías no autorizadas, menos del uno por ciento de toda la inmigración irregular que recibió en el mismo periodo la Unión Europea. Asimismo, puso de manifiesto que tras las instrucciones impartidas por la Secretaría de Estado de Seguridad para prohibir las identificaciones masivas de inmigrantes, se han reducido de 90.406 en 2011 a 36.306 el año pasado.

Durante su visita, Cosidó destacó el «excelente trabajo realizado» por los policías nacionales en el control de las fronteras y la labor realizada en los CIE, «no siempre reconocida».