El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una imagen reciente en el Congreso
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una imagen reciente en el Congreso - EFE
Desafío secesionista

El Congreso dice «no» al referéndum unilateral de la Generalitat de Cataluña

PP, PSOE y Cs tumban con dureza una moción del PDeCAT para instar al Gobierno a permitir la consulta ilegal

Madrid Actualizado: Guardar
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El Pleno del Congreso ha propinado este miércoles un rotundo «no» a las pretensiones del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de convocar un referéndum unilateral en Cataluña el próximo 1 de octubre.

PP, PSOE, Ciudadanos, Foro Asturias, UPN, Coalición Canaria y Nueva Canarias se han unido para rechazar una moción presentada por el PDeCAT que proponía instar al Gobierno a «respetar» la decisión del presidente autonómico catalán de celebrar la consulta ilegal. Y lo han hecho entre duras críticas al PDeCAT al que han acusado de ir contra la democracia al pretender saltarse la legalidad, dividir a los catalanes y no dar una oportunidad al entendimiento con el Estado.

Todos los partidos constitucionalistas han hablado así con una sola voz y demostrado que en el Congreso existe una abrumadora mayoría absoluta defensora de que la soberanía nacional reside en el conjunto del Estado español.

Los cambios de liderazgo en el PSOE no han afectado a esta posición y tampoco el PSC se ha desgajado en la votación.

La moción giraba originalmente en torno a la operación diálogo puesta en marcha por el Gobierno para intentar encauzar la crisis catalana en esta legislatura, y reclamaba que La Moncloa se aviniera a negociar la fecha y la pregunta de la consulta. Pero el anuncio unilateral de Puigdemont tanto de la fecha como de la pregunta obligó el lunes al PDeCAT a enmendarse a sí mismo y reformular el contenido de la moción para centrarlo en el respeto al referéndum.

El partido catalán argumentaba que ese acto permitirá a los catalanes decidir «sobre su futuro político en cumplimiento del mandato democrático surgido de las urnas, y después de reiteradas llamadas al acuerdo».

La moción incluía una serie de puntos adicionales que también han sido rechazados. Y es que el grupo catalán proponía además al Pleno «celebrar y dar la bienvenida a la disposición» de Puigdemont de acudir al Congreso para explicar el referéndum pero sin someter su propuesta a votación.

Una postura que tiene un complicado encaje reglamentario ya que las iniciativas que puede elevar al Pleno el Parlamento catalán incluyen votación posterior. El PP ya ha ofrecido al PDeCAT la posibilidad de comparecer ante el Congreso pero ateniéndose a una de las fórmulas que contempla el Reglamento de la Cámara, esto es, con votación. Y esta posición ha quedado respaldada hoy por el resto de partidos constitucionalistas.

El grupo catalán ha obviado esta falta de encaje reglamentario y se ha centrado en subrayar que la iniciativa permitirá «abordar desde el diálogo la posibilidad de articular respuestas compartidas, acordes con el momento social y político que vive Cataluña».

En todo caso, el presidente de la Generalitat tendrá pronto una respuesta oficial a su pretensión ya que ha enviado una misiva a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, para pedirle realizar esa comparecencia sin preguntas en el Pleno. La carta aún no había llegado al Congreso pero una vez que llegue y en función de si va dirigida a Pastor de manera personal o no, la presidenta del Congreso procederá a la contestación de manera individual o previa consulta con la Junta de Portavoces.

El PDeCAT pretendía también realizar un «by-pass» sin precedentes al Ejecutivo de Mariano Rajoy y apartarle de la negociación. Propuso así al Pleno del Congreso que se comprometiera a «encontrar el espacio institucional parlamentario para dialogar con las autoridades catalanas ante la pérdida de voluntad de diálogo del Gobierno del Estado».

Hubiera sido un duro golpe para el Gobierno de haber salido adelante ya que, para más inri, venía seguida de una propuesta de «deploración de los intentos de suspensión de las relaciones institucionales del Ejecutivo con la Generalitat». El grupo catalán ponía como ejemplo de esto último «la grave falta de voluntad política del Estado» al convocar la Junta de Seguridad de Cataluña y obstaculizar una nueva promoción de los Mossos d'Esquadra «en un momento de grandes retos para proteger la seguridad de los ciudadanos».

El grupo catalán justifica esta moción lamentando el tiempo transcurrido desde los primeros intentos desde la Generalitat de acordar con el Estado la celebación de un referéndum de autodeterminación con el fin de dar respuesta a una demanda que considera «ampliamente mayoritaria» entre la sociedad catalana.

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