La Comisión de Doctorado de la UCJC debió tumbar el tribunal de la tesis de Sánchez

«Trasladó sus cursos de doctorado desde la Complutense porque allí no le iban a regalar el título», denuncia un exprofesor de la UCJC

Pedro Sánchez, en su acto de ayer en Madrid REUTERS
Javier Chicote

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Pedro Sánchez hizo los cursos de doctorado en el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, un centro adscrito a la Universidad Complutense de Madrid, en el curso 2001-2002. Según confirmaron ayer fuentes de este centro a ABC, el actual presidente del Gobierno pasó los dos siguientes años en blanco y retomó en el curso 2004-2005, cuando se examinó y logró el Diploma de Estudios Avanzados. El DEA acreditaba la suficiencia investigadora, paso previo para comenzar su tesis doctoral (actualmente el sistema es otro).

En el año 2010, cuando hacía dos años que impartía clases en la Universidad Camilo José Cela, Pedro Sánchez se matriculó de doctorado en esta universidad privada y convalidó sus estudios previos en la Complutense. «Si has hecho los cursos de doctorado en la Complutense, ¿por qué luego te vas a doctorar en la Camilo José Cela, que tiene un prestigio muy inferior ?», se pregunta un exprofesor del centro privado. Es tajante en la respuesta: «Porque en la Complutense no le iban a regalar el doctorado?», asevera a ABC el docente, que ha pedido el anonimato por seguir en activo. Sánchez había sido fichado para la UCJC por el entonces rector, Rafael Cortés Elvira, militante socialista desde 1974 y exsecretario de Estado para el Deporte con Felipe González.

ABC desveló el pasado jueves en exclusiva que el tribunal que valoró la tesis de Sánchez carecía de experiencia académica y también de conocimientos en la materia de la tesis, la diplomacia económica. El doctor Juan Antonio Maroto, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Complutense destaca de los conocimientos de los integrantes del tribunal de Sánchez que « no tenían nada que ver con el tema , ninguno de ellos, y ni siquiera después han trabajado en ese asunto».

Asegura que en la Complutense ese tribunal «no se habría aprobado». «La Comisión de Doctorado de la Camilo José Cela debió rechazar ese tribunal», sostiene, en línea con todas las fuentes consultadas por este periódico. «Ahora la carga de la prueba recae sobre ellos , tendrán que explicar por qué lo autorizaron», añade.

Al catedrático Maroto esta situación le recuerda a cuando se decía que «con cuatro amigos y un director afín podías hacer catedrático a un poste de teléfonos, pero en este caso concreto estamos hablando de unas fechas muy recientes, con una regulación de doctorado bastante estricta».

Otro docente que ejercía en la Camilo José Cela a la par que Pedro Sánchez dice que «aquello era un chiringuito». «Nadie detectó documentos calcados del Ministerio de Industria en la tesis de Sánchez porque ningún miembro del tribunal sabía de eso», señala. «La Comisión de Doctorado dio el ok pese a que no tenían experiencia investigadora. En el tribunal había tres doctores, de cinco, recién nombrados. Igual que para dar clase hace falta más que ser licenciado, un nuevo doctor no puede calificar a alguien que pretende serlo, porque apenas hay diferencia entre ellos», destaca.

Otras fuentes consultadas sostienen que «los niveles de exigencia eran bajos, no había escuela de doctorado, allí se hacían allí muy pocas tesis y de aquella manera ». El hecho de que Juan Padilla, coautor de dos artículos con Pedro Sánchez que fueron volcados en la tesis sin cita alguna, fuera miembro del tribunal, significaba que «no había riesgo alguno de que rechazaran el trabajo de Pedro Sánchez».

ABC se ha puesto en contacto con Adolfo Sánchez Burón, entonces vicerrector de Investigación y Posgrado de la UCJC, para preguntarle por los criterios que se siguieron en la aprobación del tribunal, pero ha declinado amablemente responder.

La legislación, en contra

La legislación aplicable al doctorando Sánchez tampoco juega a favor del tribunal. El Real Decreto 1393/2007 de 29 de octubre establece dos requisitos para tribunales así: deben componerlos cinco doctores que, además tengan «experiencia investigadora acreditada» . En este caso, únicamente tres de los cinco miembros (Ruza, Pérez y Rejas Muslera) tenían artículos académicos publicados pero en materias distintas a la diplomacia económica. Los otros dos (Padilla y Blanco) estaban casi inéditos . Después de rastrear los repositorios académicos de referencia e intentar, sin éxito, contactar con ambos para que se explicaran, el resultado es el siguiente: el primero apenas había escrito dos artículos -curiosamente ambos al alimón con Pedro Sánchez antes de evaluarle- y el segundo, ninguno más allá de su tesis doctoral.

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