Era uno de los poblados con peores condiciones de vida de toda España. Ni siquiera tenían acceso al agua. En él llegaron a vivir más de 500 personas, la mayoría de origen rumano y la mitad menores. Hoy y durante tres días, las palas destruirán sus chabolas. Tras llegar a un acuerdo sus habitantes serán realojados en viviendas sociales en distintos barrios de Madrid. - Redacción-
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