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Habrá un fuerte despliegue policial mañana en los alrededores del Congreso - MAYA BALANYÁ

«Cogí la valla y salté»

Los diputados se aconsejan entre sí la mejor forma de acceder mañana a la Cámara ante la algarada prevista

Madrid Actualizado: Guardar
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Un diputado veterano rememoraba ayer a una novata en el patio de la Cámara su «salida a la fuga» del Congreso, en 2012, cuando una multitud se plantó ante el Parlamento nacional para protestar contra el Gobierno. «Cogí la valla y salté. Los policías me advirtieron de que no lo hiciera, porque no podían garantizar mi seguridad. Pero no podía hacer otra cosa, perdía el avión». El político, de los de traje y chaqueta, del PP, tranquilizó a continuación a su amiga confiado en que mañana no se repetirán las algaradas que, bajo el lema «Rodea el Congreso» –en un principio la consigna fue «Ocupa el Congreso»–, asediaron la sede de la soberanía nacional para evidenciar su «indignación».

Habrá un perímetro especial de seguridad.

Pero lo cierto es que cunde el pesimismo entre la clase política, ante la campaña denigrante de las instituciones que jalea Podemos y que buscar socavar la «legitimidad» de los representantes elegidos en las urnas. «Tengo miedo por el follón que puedan montar», reconocía anoche, a la salida del Congreso otra diputada popular, aunque su temor no era tanto por la integridad física, sino por el «follón» que originará la protesta. «La última vez tardé 1 hora y media en llegar a casa»

La protesta, bajo el sobrenombre de «Golpe a la mafia», rondará el Congreso coincidiendo con la investidura del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que tachan de «ilegítima». «Al final el golpe del régimen se ha consumado, Rajoy será finalmente investido. Será un Gobierno ilegítimo de un régimen ilegítimo», sostienen los organizadores, que caldearán las calles con el apoyo expreso de Podemos.

Su líder, Pablo Iglesias, incendió ayer el hemiciclo al jactarse del asedio «de la sociedad civil» a los representantes democráticos. «Dicen que han movilizado a 500 policías. Hay más delincuentes potenciales en esta Cámara que ahí fuera», dijo, provocador.

El presidente del Gobierno señaló el síndrome bipolar de Podemos, que se debate entre el butacón y el adoquín. «¿Significa entonces que los que van a salir a la calle no se sienten tampoco representados por usted?», le reprochó. Desde el grupo de PP reconocieron estar «acostumbrados». Ese es el ánimo. El coordinador general de IU, Alberto Garzón dejará el escaño para integrar la movilización en la calle. Desde otros grupos censuraron su descortesía parlamentaria. «Deberíamos abandonar todos el Pleno en su turno de palabra; a ver qué tal le sienta».

«Los mejores accesos»

Algunos diputados se recomendaban ayer qué accesos a la Cámara son los mejores. «Lo que no vamos a hacer es escondernos, habrá que entrar y salir con normalidad. Faltaría más», opinaba un parlamentario socialista.

Desde la Presidencia de la Cámara aseguraron que no hay instrucciones directas a los diputados para el sábado. «Esperamos que la protesta no interfiera el normal funcionamiento de la Cámara», dijo un portavoz, llamando a la calma. En todo caso, precisó: «Nuestra responsabilidad está de esas puertas para adentro».

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