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Sáenz de Santamaría (izq.), Cifuentes, Pío García-Escudero y Fernando Martínez Maillo, en el congreso del PP - EFE

Cifuentes se conjura para cerrar la negra etapa de la corrupción

La cúpula de su partido le encomienda recuperar las mayorías absolutas en Madrid, y ella promete «volver a teñirla de azul»

MADRID Actualizado: Guardar
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La plana mayor del Partido Popular se alió ayer con Cristina Cifuentes, flamante presidenta del PP de Madrid por un 93,3 por ciento de los votos, para caminar en una misma dirección: la recuperación de las mayorías absolutas. La nueva responsable de los populares madrileños se mostró dispuesta a dar la batalla para «volver a teñir de azul Madrid», pero sobre todo, para dejar atrás la negra etapa de la corrupción, reivindicando «la ética y la honestidad» como norma de conducta en la política.

En su proclamación, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, abundó en el mensaje por la recuperación, y pidió «devolver la política sensata a todas las instituciones madrileñas». Sobre el anuncio de desarme de ETA, Sáenz de Santamaría recordó que «ETA ha sido derrocada entre todos; hemos llegado hasta aquí sin ceder y vamos a seguir, sin presiones ni contraprestaciones».

Núcleo duro

En un congreso que marca un fin de ciclo y el inicio de otro, Cifuentes ha elegido un equipo formado por un núcleo duro de fieles -sus hombres y mujeres de confianza en el Gobierno regional y en la Asamblea de Madrid- y al que por sorpresa ha hecho incorporaciones cargadas de simbolismo: Íñigo Henríquez de Luna, número dos de Esperanza Aguirre desde hace años y una de las personas que más le criticó la fecha elegida para el congreso.

Cifuentes viene decidida a comenzar un nuevo camino, en el que el objetivo es recuperar mayorías. Esa es la meta, le recordaba Alberto Núñez Feijóo: acabar con un gobierno de la marca blanca de Podemos en Madrid porque «a los españoles no nos interesa que la capital sea la casa de tócame Roque, una ciudad que no funciona». Para conseguirlo, el veterano presidente castellano leonés, Juan Vicente Herrera, aconsejaba a Cifuentes no moverse de su apuesta por la centralidad política: «El día que nos desplacen de ahi, empezaremos a perder elecciones», advirtió.

La presidenta Cifuentes es, según José Antonio Monago -presidente del PP extremeño- de esas dirigentes «que no torea con la puntita, sino arrimándose». El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, le encomendó convertir Madrid en el revulsivo para recuperar los ayuntamientos y ejecutivos autonómicos que ocuparon en mayo de 2015 «esos gobiernos del cambio que son, en realidad, gobiernos de frustración».

Respecto al anuncio de entrega de armas de ETA, Casado fue meridianamente claro: «Queremos que se rindan incondicionalmente, y pidan perdón a las víctimas. Su recuerdo a Miguel Ángel Blanco provocó una cerrada ovación en el plenario, y las lágrimas de su hermana, la diputada nacional Mar Blanco.

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