Cierre de filas independentista tras las peticiones de condena a los encarcelados

Con la bandera catalana y la de la Unión Europea en el jardín, Carles Puigdemont reacciona y acusa desde Waterloo, en Bélgica: "el Estado en su conjunto, desde el rey hasta la fiscalía, continúan ejerciendo, de hecho, una venganza contra un gobierno, contra un parlamento y contra una buena parte de la población que les dijo: así no". Torra, desde la prisión de Lledoners, va incluso más allá, al decir"que nos sentimos republicanos, que esto de la monarquía ya se ha acabado aquí." En privado hace, incluso, un nuevo llamamiento a la movilización en la calle. Con una urna en la mano dice que "esto significa 200 años de prisión para el Estado español" y justifica, de esta manera, su respuesta tras las peticiones de condena a los encausados: "presidente Sánchez, nosotros, el pueblo de Cataluña, le retiramos el apoyo y le decimos que no votaremos los presupuestos." Una decisión apuntalada desde su grupo parlamentario de Junts per Cataluña, pero también desde el PDeCAT y ERC. Unidad en este mensaje, que se quiere recuperar, también, nuevamente como arma electoral.