El CGPJ prepara el desembarco de tres jueces ante la avalancha de querellas en el Supremo
Intenta consensuar los nombres para la Sala que juzga a los aforados, que mantendrá un perfil conservador
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tiene previsto nombrar en las próximas semanas a los tres magistrados que completarán la planta judicial de la Sala Penal del Tribunal Supremo , una de las que más protagonismo tiene, al acumular, además de procedimientos como los recursos contra los ERE, Gürtel o contra la condena de Torra, más de treinta denuncias y querellas contra miembros del Gobierno de Pedro Sánchez y otros aforados por la gestión de la crisis del coronavirus. Meses después de la jubilación de tres de sus magistrados, la Sala que preside Manuel Marchena, y que tienen que componer 15 jueces, afronta esta avalancha judicial con el 20 por ciento de su planta todavía sin cubrir .
Fuentes del órgano de gobierno de los jueces señalaron a ABC que la Comisión Permanente preparará en breve las ternas con los candidatos llamados a sustituir a los tres magistrados jubilados (los progresistas Luciano Varela y Alberto Jorge Barreiro, y Francisco Monterde, de perfil moderado). Veintiocho jueces optan a esas plazas, aunque sólo un tercio de ellos pasará el último filtro. La intención es que los nombramientos sean aprobados en el Pleno que se celebrará a final de mes .
En diciembre todos expusieron ya su currículo y méritos ante la Comisión Permanente, pero cinco meses después las plazas siguen vacantes tras la decisión del presidente del Consejo, Carlos Lesmes, de paralizar los nombramientos a la espera de la renovación del órgano, en funciones desde diciembre de 2018 . El pasado 14 de mayo, y ante la falta de acuerdo en el Congreso, Lesmes los reactivó.
Trece votos necesarios
Si el consenso de puertas para afuera es necesario para renovar órganos que requieren amplias mayorías parlamentarias (en el ámbito judicial también está pendiente la de un tercio del TC), sucede lo mismo dentro del propio CGPJ, donde los vocales de distintas sensibilidades tienen que ponerse de acuerdo en los tres nombres que aterrizarán una de las Salas más sensibles de los tribunales españoles. El hecho de que sean dos magistrados progresistas y uno conservador los que la han abandonado no vincula al Consejo en esta próxima elección, aunque en el bloque progresista consideran que se debería mantener esa proporción . Por lo pronto, se da por hecho que vocales conservadores y progresistas propondrán cada uno a un candidato y el tercero tendrá que ser necesariamente consensuado, pues si antes bastaba con que fuera el aspirante más votado, tras la reforma de la ley orgánica de 2018 este nombramiento exige una mayoría reforzada de 13 votos (de 20). En cualquier caso la entrada de los tres nuevos magistrados no alterará la mayoría conservadora de esa Sala.
Diez de los 28 aspirantes provienen de la Audiencia Nacional y de hecho algunos ya intentaron optar a una plaza en esta Sala Segunda en convocatorias anteriores. Entre los jueces de ese tribunal se encuentran, además de su presidente, José Ramón Navarro; la presidenta de la Sala Penal, Concepción Espejel, y magistrados como Teresa Palacios, Ramón Sáez, Ángel Hurtado, Manuela Fernández de Prado, José de la Mata o María Tardón. Fuera de la Audiencia optan a estas plazas presidentes de tribunales superiores de justicia y varios magistrados de tribunales superiores y audiencias provinciales.
En el bloque conservador una de las candidatas cuyo nombre está sobre la mesa es Concepción Espejel , aunque su nombramiento no cuenta con el apoyo de los vocales progresistas ni con el entusiasmo de todos los conservadores. El hecho de que lleve en su «mochila» dos recusaciones por su sintonía con el PP harían factible su nombramiento sólo si los progresistas proponen para la segunda plaza a un candidato con un marcado perfil ideológico, como Ramón Sáez Valcárcel. También es un candidato con posibilidades Javier Hernández, presidente de la Audiencia de Tarragona . Entre los conservadores, suenan con fuerza el magistrado de la Audiencia Nacional Ángel Hurtado y el de la Audiencia de Madrid Joaquín Delgado, ambos con perfiles templados y jurídicamente solventes.
Otros aspirantes que podrían ser consensuados para la tercera plaza son los magistrados de la Audiencia de Madrid Leopoldo Puente; la de la Audiencia de Valencia Dolores Hernández, o los presidentes del TSJ de Andalucía, Lorenzo del Río, y de Cataluña, Jesús María Barrientos. En el caso de este último, el hecho de estar al frente de un tribunal tan sensible le puede cerrar las puertas del Supremo en este momento porque su gestión está siendo buena y le queda un año para concluir su mandato.
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